El sector pesquero gallego cerró el primer trimestre del año con casi un centenar -95, concretamente- de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) presentados ante las autoridades laborales y que afectarían, de ser aceptados, a un total de 833 trabajadores, según datos facilitados ayer por la Consellería de Traballo.

Por provincias, la de Pontevedra contabilizó la cuarta parte de los ERE tramitados, hasta un total de 25, por los que se verían afectados un total de 218 trabajadores. Los expedientes presentados son para suspensión temporal de actividad y en su mayor parte son de una duración aproximada de un mes.

Mientras, la provincia de A Coruña es la registra este año el mayor número de solicitudes de regulaciones temporales, al alcanzar la cifra de 57 ERE y 511 trabajadores afectados al término del pasado mes de marzo. Por su parte, la provincia de Lugo cerró el primer trimestre del año con 13 expedientes presentaedos para 104 trabajadores.

A falta de concreción de datos referidos el mismo período del pasado año, las cifras de ERE presentados en este primer trimestre de 2009, parecen reflejar una tendencia similar a la del pasado ejercicio.

Así, de los datos facilitados por Traballo se constata que a lo largo de todo el pasado ejercicio, en toda la comunidad se presentaron 374 expedientes de regulación para un total de 2.843 trabajadores. De todos los expedientes presentados, las em presas radicadas en las provincias de Pontevedra y A Coruña se repartieron la práctica totalidad de las solicitudes-178 en cada una de ellas-, mientras que en la de Lugo se contabilizaron las 18 restantes para 114 operarios.

Desde el sindicato CC OO, su responsable de Transportes y Comunicaciones, Ramiro Otero, instó a las autoridades laborales a “verificar” las condiciones en que se solicitan y se aplican los ERE y, sobre todo, “que se compruebe que en los períodos de vigencia los barcos afectados están efectivamente en tierra” por los motivos que justifican la regulación, -paradas biológocas, temporales o reparaciones- y no trabajando, como sospecha el sindicato que puede ocurrir en algunos casos.