Los directivos de algunas de las principales compañías petroleras del mundo y representantes de los gobiernos de países consumidores discrepan sobre el impacto que la especulación en los mercados petrolíferos de futuros tiene sobre el precio del barril, que ayer superó los 143 dólares.

Durante la inauguración del 19 Congreso Mundial del Petróleo, que presidió el rey Juan Carlos, el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, afirmó que existe "un claro componente especulativo" en el incremento del precio del petróleo y pidió que se endurezca la regulación para desincentivar las inversiones de fondos en los mercados de futuros.

Sebastián achacó a la entrada de los inversores institucionales y a una regulación de los mercados "laxa" la existencia de una "burbuja" en el sector petrolífero.

Las operaciones en los mercados de futuros de los fondos de inversión han supuesto un incremento de la demanda de crudo de 850.000 barriles diarios, según explicó el ministro.

No obstante, también señaló que la oferta de petróleo actual es "insuficiente" y aseguró que mientras que en los últimos años el consumo ha crecido el 15 por ciento, la OPEP ha reducido su producción un 0,3 por ciento.

Por el contrario, el presidente de la petrolera hispano-argentina Repsol YPF, Antonio Brufau, minimizó la influencia de la especulación en los elevados precios, aunque reconoció que las inversiones financieras han acudido a las materias primas como valor refugio ante la coyuntura económica, la debilidad del dólar y el alza de los tipos de interés.

Para el directivo, el elemento determinante en la subida del crudo es la expectativa de crecimiento de la demanda de las economías emergentes.

El consejero delegado de la petrolera británica BP, Tony Hayward, negó que el mercado se enfrente a "una burbuja especulativa" y coincidió con Brufau en la importancia del crecimiento del consumo mundial, debido principalmente a las necesidades de países como China o India.

El presidente ejecutivo de la anglo-holandesa Royal Duch Shell, Jeroen var der Veer, señaló que el encarecimiento del petróleo es un problema complejo del que no se puede responsabilizar únicamente a los mercados financieros.

Por otro lado, el presidente de la rusa Rosneft, Sergey Bogdanchicov, confió en que los gobiernos tomen las medidas necesarias para garantizar el aumento de la producción de petróleo y gas.