Trece años después de abandonar el Teucro, Davor Cutura se ha convertido en el primer fichaje del club pontevedrés para la próxima temporada. El central serbio vuelve a Pontevedra, una ciudad a la que siempre ha estado muy unido por cuestiones familiares, después de un periplo de tres años por el balonmano francés.

Mucho ha cambiado todo desde su primera etapa en el Teucro, en el que estuvo con tan solo 22 años. Ahora, con 38, Cutura tiene a sus espaldas gran experiencia en clubes españoles y franceses, con una última etapa en el Limoges, de la Proligue, en la que fue el hombre más determinante del equipo, con una media de siete goles por partido y siendo nominado a mejor central y mejor jugador de la categoría.

A pesar de tener opciones de seguir en Francia, cuando el Teucro llamó a su puerta no dudó un segundo en aceptar.

- ¿Qué le llevó a tomar la decisión de volver al Teucro?

- Esa posibilidad la llevaba barajando un tiempo, porque mi deseo era terminar mi carrera como jugador aquí, pero también por motivos personales y familiares quería volver a Pontevedra y a Galicia. No sé lo que me ha hecho esta tierra y esta gente porque mi deseo siempre ha sido volver.

- Buscaba un poco de estabilidad para su familia, ¿no?

- Sí. He cambiado mucho de ciudad y de país y en los últimos años ya no me apetecían tantos cambios. Además, la carrera de jugador no es muy larga, no es normal llegar a 38 o 39 años y estar jugando a nivel profesional. Tuve opciones muy buenas para seguir en Limoges a corto plazo como jugador y a largo plazo entrando también en el staff técnico del club pero, aunque profesionalmente era muy atractivo e interesante seguir en Francia, yo quería volver a Pontevedra. Lo decidí sin pensar mucho y haciendo caso al corazón.

- ¿Cómo se ve físicamente para afrontar la próxima temporada en Asobal?

- Muy bien, de sobra (bromea). No es lo mismo que hace cinco o diez años, pero pierdes unas cosas a nivel físico y ganas otras con la experiencia. Estos años en Francia he estado jugando muchos minutos y el equipo dependía bastante de mí, mucho más ofensiva que defensivamente; nunca he tenido problemas físicos y no creo que los tenga este año en la liga Asobal, que además es menos física que la liga francesa, en la que el balonmano es más duro, con jugadores muy potentes.

- ¿Conoce ya a Luis Montes?

- Personalmente no nos conocemos, pero hemos hablado estas últimas semanas y sé mucho de él, sé que es una persona muy trabajadora, que entrenar al Teucro es una oportunidad para él, que es ambicioso y que lleva muchos años en el balonmano.

"Cuando dices balonmano piensas en Pontevedra y cuando dices Pontevedra piensas en balonmano" , comenta Cutura, visiblemente ilusionado con esta nueva etapa como teucrista.

- ¿Qué objetivos tiene?

- Vengo a sumar, a disfrutar muchísimo. Tengo muchísima ilusión y también siento mucha responsabilidad por toda mi experiencia y por querer transmitirla a los más jóvenes. Pero también vengo con mucha ambición, como siempre, porque el deporte sin ambición no es nada. Tengo ganas de trabajar con los más jóvenes y con el primer equipo, quiero ayudar al club en todo lo que esté en mi mano.

- ¿Y en cuanto a la coordinación de la cantera?

- Quiero ayudar, sobre todo a Laura, que lleva muchas horas y muchas ganas puesta en el trabajo con la base. Me tengo que adaptar poco a poco a lo que hay dentro del club, porque desde que me fui cambiaron muchas cosas, tanto en el balonmano en general en España como en el Teucro.

- ¿Qué espera de su regreso al Teucro?

- Que el club y los jugadores se aprovechen de mi experiencia y de mis conocimientos para que el club siga creciendo y, si puede, que vaya profesionalizándose, porque hoy en día es muy importante. El balonmano español sufre mucho comparado con el francés o el alemán, por eso creo que tienen que cambiar muchas cosas.