El Poio Pescamar da un paso atrás en sus aspiraciones de distanciar a sus rivales por los puestos de Copa del Rey y ayer cayó en Madrid ante el Móstoles (2-0) en un encuentro en el que se marcharon inéditas y se resolvió por pequeños detalles.

Los dos equipos empezaron el encuentro con las líneas de presión adelantadas, pero las de Marcio Santos se cargaron muy pronto de faltas y se vieron obligadas a ceder el peso del juego a las locales, que tampoco encontraron forma de hacer moverse al marcador antes del descanso.

Tras el regreso de los vestuarios, el respeto entre los dos equipos siguió siendo importante, sin que Móstoles o Poio dominasen con claridad en ningún momento.

Así, el marcador se abrió a la contra. Inma robó la pelota, Patri Chamorro condujo y su compañera Carmen Alonso se encargó de subir el primer tanto al marcador al culminar el pase de su compañera.

Marcio Santos arriesgó entonces con el juego de cinco pero la expulsión en el tramo final de Iria Saeta por doble amarilla terminó dejando KO a las rojillas, que acabaron encajando el segundo de doble penalti por mediación de Chamorro.