El Pontevedra solventó el trámite intersemanal con nota. En una fría, lluviosa y desangelada noche cerrada en el exilio de Meis, el "plan B" de Luisito dio el do de pecho y superó con nota la primera eliminatoria de Copa Federación, en la que seguirá participando al menos una ronda más, ya en 2018.

Puede suponer la competición copera una distracción para un equipo necesitado en liga. Sin embargo, ayer resultó más un banco de pruebas del que el técnico de Teo pudo sacar varias conclusiones positivas. La primera, que cuenta para la causa con Jesús Barbeito, Diego Cantero o Fernando Lezcano, canteranos que ofrecieron un nivel óptimo ante, es cierto, un Rápido mermado.

Pero no menos mermado estaba el Pontevedra, que salió dispuesto a ganar y dominar sin pensar en defender el 0-1 de la ida. Fruto de ese fútbol más sosegado que en liga, carente de pelotazos aunque con ritmo llegó el 1-0, con Jorge Hernández de protagonista.

Con el marcador en contra, el Rápido quiso poner en aprietos a Anxo, pero quien siguió dominando fue el Pontevedra, con el propio zamorano y Mouriño como conductores. Mientras, la pareja de tres centrales con Mongil como jefe y Cantero y Bruno como gregarios se mostraba impenetrable y los carrileros daban profundidad al ataque.

Así se llegó a una segunda parte en la que el guión no cambió. El Pontevedra percutía por bandas. Sobre todo por una zurda donde David Castro completaba grandes minutos. Un chut del de Cuntis fue rechazado por el meta y acabó en los pies de Fernández, que la mandó al larguero.

Entonces el Rápido despertó y de la mano de Claudio García hizo trabajar a Anxo. Una chilena desde fuera del área del extremo obligó al meta de Negreira a despejar por encima del larguero y desperezarse.

Mientras, el Pontevedra llegaba y llegaba, pero no encontraba el gol. Hasta que salió Lezcano, que en menos de media hora se reivindicó con dos tantos. Estuvo ayudado de un Álex González que relevó a Álex Fernández en el campo y a Castro en su posición. El cuntiense pasó al centro de la zaga, Mongil al eje del mediocentro y el cántabro, a ser la principal amenaza de los granates desde la izquierda.

Los locales no acusaban el sintético y salían jugando para acabar por fuera y cargar el área. Mouriño hizo que Alan despejase de puños un libre directo y Bruno le hizo estirarse abajo en un remate de cabeza de córner.

Pero antes, Lezcano apareció para matar la eliminatoria. Primero con el 2-0, a pase de Iván Martín al espacio. El arousano cuerpeó ante el acoso de un central y definió con maestría frente a Alan Ezequiel. Ya en el 90, se encontró un rechace en el área y no perdonó para redondear un marcador justo que permite al Pontevedra sumar en confianza y entender por dónde debe ir el camino de la recuperación.