Todavía con muescas en el rostro del golpe que se llevó durante el último partido en casa contra el Gimnástica Segoviana, ayer volvió a ser el mejor y salvó a su equipo de la derrota hasta con cinco paradas espectaculares, la última de ellas en una triple intervención en la que hasta por dos veces tuvo que encargarse de anular dos rechaces tirando de reflejos y oficio. En el año más complicado de Luisito en el Pontevedra, el guardameta es, junto a David Añón, el único jugador que está a un nivel similar o superior al de la temporada pasada. Para desgracia de su equipo, que preferirá que el protagonismo no esté en la portería propia, es ya un habitual en las estadísiticas de hombre del partido cada fin de semana. Sus acciones son fundamentales para que, si el equipo no gana, al menos no pierda un partido. La mejor noticia ayer fue que los lerezanos suman su segunda semana consecutiva sin encajar, y esto todavía no había pasado en lo que llevamos disputado de campaña.