El Pontevedra quiere confirmarse. El conjunto granate busca su despegue total, después de dos resultados muy positivos consecutivos que parecen haber acabado con cualquier atisbo de fantasma en los alrededores de Pasarón.

El equipo lerezano llega al duelo de hoy contra el Castilla con otro gesto en la cara. Ya juega bien. Ya defiende con solvencia. Ya gana. Y sigue marcando goles. La holgada victoria por 3-0 ante el Sanse (y pudieron ser muchos más) y el importante triunfo a domicilio en A Malata por 1-2 hacen que el partido contra el Real Madrid adquiera un matiz diferente al que hubiera tenido de no haber enmendado la dinámica.

Ahora, pese a que el Pontevedra llega por debajo del filial merengue en la tabla y evidentemente debe seguir sumando porque todavía se encuentra lejos de los puestos de arriba, es el conjunto de Solari el que afronta el partido con urgencias.

El bloque madridista, llamado a pelear, como mínimo, por entrar en el play off de ascenso, ha iniciado la temporada de una forma demasiado irregular. Ocho puntos (uno más que el Pontevedra) gracias a dos victorias ante Coruxo (0-3) y Talavera (2-0), unidos a dos igualadas contra Ponferradina (1-1) y Guijuelo (0-0) son un balance demasiado escaso para un bloque que ha sido superado a domicilio por Fabril (3-0) y Navalcarnero (2-1), además de por el Rayo Majadahonda (1-2) en el debut.

De esta situación de inestabilidad, unida a la poca experiencia de los cachorros merengues, tratará de aprovecharse un Pontevedra que quiere evitar que los mirlos blancos alcen el vuelo y aprovechar la rampa de despegue para tomar altura.

Fiabilidad atrás

Para ello, el conjunto granate deberá mantener esa fiabilidad defensiva que ha ido adquiriendo y exhibiendo últimamente. Para ello, Luisito deberá recomponer la defensa por segunda semana consecutiva ante la más que posible baja de Adrián León y la duda de Miguel, que parece que finalmente podrá ser de la partida tras sufrir unas quemaduras en sus manos.

Todo pasa por juntar líneas, imponer un ritmo alto de partido y no dejar pensar a unos futbolistas llamados a hacer grandes cosas en el futuro. Con Belman, Álex, Quezada, Óscar, Tony Segura, Franchu o Dani Gómez como exponentes de una generación de futbolistas que arrasó a nivel juvenil, el Castilla presenta armas para dañar al Pontevedra. Minimizarlas a base de colmillo defensivo y fiereza ofensiva será la tarea de un equipo que quiere hacer bueno el "no hay dos sin tres".