El Pontevedra inicia a partir de hoy su particular "plan renove". Pese a que la idea del conjunto lerezano era apostar por la mayor parte del bloque que condujo a la institución a disputar el play off de ascenso a Segunda División siete años después, los descartes unilaterales y la falta de acuerdo con la mayoría de futbolistas a los que se le propuso renovar han cambiado el escenario.

La dirección deportiva del club inicia hoy una nueva semana tras el fin del plazo que se otorgó a los jugadores que seguían interesando a la entidad para renovar. A esta fecha, las ofertas siguen firmes sobre la mesa, pero los futbolistas del pasado curso que no han estampado su firma ya no son la prioridad para la escuadra lerezana, que se mueve en el mercado y podrá cerrar a otros sustitutos si así lo considera oportuno.

De este modo, con tan solo cuatro futbolistas en plantilla (Kevin Presa, Álex Fernández, Adrián Mouriño y Álex González), desde el club son conscientes de que tendrán que acometer al menos una docena de incorporaciones.

Pese a que los acuerdos con Edu Sousa y David Añón están cerca y la continuidad de Bruno parece factible, el Pontevedra tiene difícil renovar a Javier Bonilla, Jacobo Trigo y Abel Suárez, ya que o bien pretenden esperar a ofertas de una Segunda División que aún no ha finalizado, o bien no están convencidos con la oferta de renovación.

Ante esta tesitura, Luisito y Roberto Feáns ya trabajan en reforzar todas las parcelas del campo. El Pontevedra sabe que deberá fichar al menos un portero, un lateral derecho, un par de centrales, un mediocentro, un par de jugadores de banda y dos delanteros.

Además, en función de las continuidades, la lista se podría ampliar, aún teniendo en cuenta que el club ya tiene atado a falta de la firma al central o lateral izquierdo David Castro, que llegará procedente del Céltiga para rellenar una línea vacía y ocupará una ficha sub23.

Así, el de este verano será el mercado en el que el Pontevedra se tenga que mover más en los últimos años. Dejando atrás los cursos en Tercera División, marcados por la inestabilidad económica y deportiva ante el incumplimiento de objetivos, desde la llegada de la directiva presidida por Lupe Murillo, nunca habían sido necesarios tantos refuerzos.

El verano de 2014, en el que desembarcó la actual junta, se concretaron 9 fichajes para una plantilla que acabó ascendiendo. En 2015 el número fue de 6, mientras que el pasado curso, fueron 10.