La comisión deportivo del Pontevedra tendrá que volcarse en reforzar la línea defensiva ya que hasta el momento ninguno de los integrantes de la plantilla de este año tienen garantizada su presencia.

Por el momento ya han causado baja los laterales Miguel Loureiro y Adrián Gómez, pero todo hace entender que Bonilla tampoco seguirá en la entidad granate. Tampoco lo harán los centrales Capi y Dani Portela, mientras que la duda se centra en el joven Bruno Rivada.

Los dos únicos futbolistas que continúan a las órdenes de Luisito que pueden ocupar esa posición son Kevin Presa y Álex Fernández, que lo hicieron en alguna ocasión de forma esporádica, sobre todo con el resultado es negativo.

Otro de los refuerzos que necesita la plantilla es un portero. Santi Canedo desestimó la oferta que le permitiría seguir un ejercicio más. A lo largo de la temporada solo jugó un partido de liga, el último ante el Caudal, así como los cuatro correspondientes a la Copa Federación.

En las tres últimas temporadas, Edu Sousa tuvo compañeros en la portería a Sergio Lloves, Vicente Company y el propio Santi Canedo, pero todos ellos pasaron desapercibidos al no contar con la confianza del técnico de Teo.

La posición que mejor tiene resguardada el equipo es la de mediocentro defensivo. A pesar de la baja de Gonzalo en el mercado de invierno, todavía siguen Kevin Presa y Álex Fernández, con el condicionante de que también puede seguir Jacobo Trigo.

El club también tiene que suplir la baja de los dos delanteros centros que actuaron la pasada campaña. Mario Barco y Mateo Ferrer sumaron entre los dos diecisiete tantos y el club tendrá la necesidad de encontrar sustitutos de garantías para esa posición tan importante.

En las bandas el equipo también se quedó cojo con la marcha de Eneko Eizmendi e Iker Alegre. La opción de que siga David Añón todavía está sin confirmar por lo que situación puede empeorar.