Antonio García es un amante más de la pesca submarina, una afición que goza de multitud de adeptos y licencias en Galicia. Su amor por el deporte y por llevar el cuerpo al límite le llevó a probar nuevas experiencias y ahí, la apnea le abrió un nuevo mundo de posibilidades cuando ya tenía 36 años.

Este pontevedrés de 44 años acaba de coronarse campeón de España de apnea dinámica con aletas tras desplazarse 200 metros (récord gallego) con una sola bocanada de aire. Además fue segundo sin aletas tras recorrer 141 (también récord gallego) metro y representará a España junto a dos deportistas más, en el próximo campeonato de Europa que se va a celebrara en Cagliari (Cerdeña, Italia) el próximo 12 de junio. Será su tercera cita continental.

"Es un deporte 70% psicológico y 30% físico. La seguridad mental es muy importante para todo lo que hacemos y ésta te la da el trabajo físico. Competimos contra nosotros mismos, el ego no puede entrar en la apnea porque bastantes problemas tenemos ya con uno mismo como por encima agravarlos con los nervios de intentar ganarle a los demás", dice el pontevedrés.

Antonio regresó este año a las piscinas después de tres años apartado de su hobby. Con anterioridad ya había sido uno de los destacados de este deporte en España, llegando a alcanzar incluso un séptimo puesto en uno de los dos mundiales a los que acudió en 2012.

Para este amante de la sumersión, no hay disciplina sin tocar. En la modalidad estática (aguantar la respiración sin moverse) su resultado en la última prueba nacional fue de 5 minutos y 47 segundos sin respirar. También se atreve con el descenso en pesca submarina, donde el factor miedo y la presión también juegan un importante papel. En esta disciplina deportiva ha alcanzado los 80 metros de profundidad en el mar.

Pero de la apnea no se puede vivir y Antonio compagina su ejercicio pulmonar con su trabajo y su vida familiar. Esta última faceta, responsable de su retirada por casi 4 años al haber recibido el mejor premio posible; ser padre.