El Pontevedra es un habitual de los play off de ascenso. En lo que va de siglo XXI, el cuadro lerezano se ha clasificado para 11 fases contando sus estancias en Segunda B y Tercera División. Sin embargo, quizá esta sea la primera de todas ellas en las que no se contaba con el bloque pontevedrés entre los grandes.

La escuadra dirigida por Luisito estaba llamada a quedar entre los ocho mejores de la categoría, pero pocos en Pasarón pensaban que finalizar entre los cuatro primeros era una meta posible. Pese al historial del equipo, este año la habitual obligación por quedar entre los cuatro primero se había transformado en una simple ilusión que se convirtió en realidad para nostalgia y orgullo de todos los granates.

Así lo entiende Kevin Presa, tercer capitán actual del primer equipo y jugador de la cantera.Y así lo entiende también Óscar Guimeráns, entrenador del Juvenil A del Pontevedra y que hace exactamente una década estaba afianzado en el primer equipo granate de la mano de un Xabi Gracia que confió en él pese a que llegaba como refuerzo para el filial.

Presa podría ser el fiel reflejo de Guimeráns. Ambos jugadores del centro del campo, llegaron a la base del club cerca de la veintena y pronto se hicieron un hueco en el primer equipo. Kevin firmó tras una mala experiencia en el Noja y al poco, se lesionó la rodilla. Como Guimeráns, castigado por las lesiones.

Sin embargo, no perdió la ilusión y acabó por recuperarse, rendir en el Juvenil y en el filial y conseguir un salto meteórico al primer equipo. "Yo a los chavales les digo que es necesario tener constancia. El estilo de vida que siguen ahora les hace más difícil llegar. Se cuidan menos y se lo toman menos enserio", explica un Óscar que, evidentemente, pone a Presa como ejemplo.

Él, al igual que Kevin, se propuso llegar. "Cuando yo firmé tenía por delante a jugadores como Xavi Moré, Dani Benítez, Charles, Yuri, Víctor Ormazábal o Fran Rico... Fíjate que nombres", dice Guimeráns ante la mirada atenta de un Kevin que apenas recuerda nada de aquel equipo. "Es evidente que los tiempos han cambiado, pero en toda la Segunda B. Lo que se pagaba antes ahora nadie lo ofrece", analiza el actual técnico.

Por ello, ambos coinciden en que este Pontevedra "ha logrado algo con lo que no se pensaba". "Es cierto que no contábamos con estar ahí, pero cuando nos vimos tan cerca nos sentimos casi obligados a ser cuartos. Al equipo le entró ansiedad y ahora estamos liberados", reconoce Presa.

Mientras, Guimeráns huye de comparaciones, al igual que la actual plantilla. El exfutbolista reconoce que durante la liga, su equipo no se sentía "tan presionado" porque se sabía superior al resto. "Sin embargo, en el play off contra el Ceuta sí notamos esa ansiedad. Y mira como acabó".

Para Guimeráns, la idea del entrenador, la confección de la plantilla y los rivales influyen: "En mi época teníamos jugadores para rocar mucho y los campos de canarios y madrileños eran más grandes y cómodos. Este Pontevedra de Luisito es más vertical, pero eso no es malo. Es otra idea".

Sin embargo, pese a que los dos reconocen que seguramente aquel Pontevedra de la pasada década tenía más potencial, creen que este puede incluso lograr lo que el de los años de bonanza no consiguió. "Sabemos que es muy difícil, pero vamos sin presión", expone Presa. "Sería increíble que ellos consiguisenen lo que nosotros no pudimos. Un éxito inconcebible", finaliza un Guimeráns.que intentará logarar otro ascenso, en su caso, el sábado con el Juvenil en Pasarón.