El ajedrez como forma de evasión. Eso es lo que pretende la Escola de Xadrez de Pontevedra (EXP), que estos días cuenta con una pequeña delegación en el Campamento de Refugiados Sirios en Azraq, Jordania.

Ayer, a través de una videoconferencia online, el Concello de Pontevedra quiso estar presente en la inauguración de un aula en el campo de refugiados que se utilizará como ubicación en la que las personas interesadas podrán jugar al ajedrez, entre otras muchas cosas.

Durante el evento, varios alumnos de la EXP iniciaron partidas online contra competidores sirios presentes en el aula como metáfora unificadora de los lazos que les unen desde hace ya un año.

El alcalde de la ciudad, Miguel Anxo Fernández Lores, recalcó el compromiso de Pontevedra con un colectivo que huye de las gracias de una guerra en su propio territorio. Lores aseguró que el Concello "seguirá apoyando en todo lo que se pueda" a los refugiados, aunque recalcó su deseo de que "la ayuda no sea necesaria durante mucho más tiempo", ya que lo ideal sería el conflicto se solucionase cuanto antes.

Por su parte, la coordinadora de los proyectos psicosociales del campamento, Doha Malek, agradeció la implicación del Concello, la EXP y las demás entidades colaboradoras y manifestó que solo por ver "la sonrisa de los niños merece la pena" esta iniciativa.