El Peixegalego consiguió ayer en Lleida una victoria en un partido para enmarcar de los de Javi Llorente, que dominaron tanto en defensa como en ataque. La alegría no pudo ser completa, ya que el Clavijo ganó en casa al Ourense para dejar igual de lejos la salvación.

El acierto del Peixegalego desde más allá de la línea de triple permitió a los visitantes estar en el partido en todo momentos e incluso dominarlo en algunos compases. En el día en el que los marinenses se reencontraban con su antiguo base hasta bien entrada la temporada, José Siméon, fue precisamente su relevo en A Raña, Jorge Romero, el que brilló con luz propia. Sus once puntos (tres de tres en triples) en los primeros diez minutos permitieron a los suyos irse con ventaja al final del primer cuarto (16-20).

El segundo periodo tardó, y mucho, en comenzar. Una incidencia en una de las canastas obligó a los operarios del Força Lleida a sustituir uno de los aros, deteniendo el encuentro por más de 20 minutos. Tras la reanudación el Peixe se enfrió un poco y pese a comenzar fuerte con un triple de Adón, entraron en un momento de sopor que permitió a Lleida ponerse por delante con amplio margen luego de un parcial de ocho puntos (38-30). Los de Javi Llorente se sobrepusieron no obstante con maestría a este traspiés devolviendo el parcial para ponerse incluso por delante (38-39) y llevar el choque al descanso todavía muy abierto.

En el tercer cuarto, ese en el que los marinenses suelen empezar a perder la mayoría de sus partidos, el nivel de juego peixiño no solo no decreció sino que fue a mejor. El Marín, guiado por un muy acertado Jason Cain en la pintura, defendió casi siempre bien todas las jugadas y en ataque consiguió circular muy bien el balón para minimizar al máximo los errores, encontrándose con tiros más fáciles y escapando con rapidez a la presión a todo campo ejercida por los catalanes. Aun así el Lleida se fue al último y definitivo periodo por delante en el electrónico merced a un triple de Simeón sobre la bocina (58-56).

El cuarto definitivo empezó ya de forma accidentada. Andrés Miso recibió un golpe en la rodilla y se tuvo que retirar cojeando hacia el banquillo. Sin su referente en la cancha el Marín flaqueó durante unos minutos (65-60) pero enseguida Romero y Cain se pusieron al mando para despertar a los azules y, apoyados en una defensa casi perfecta, trabajarse un gigantesco último cuarto en el que los locales no supieron como plantar cara al Peixe y erraron la gran mayoría de sus ataques. Una canasta de Romero para el 65-69 y el posterior acierto desde la línea de personal de Múgica y Rogers, dejaron la victoria visitante vista para sentencia en los últimos dos minuto.