El Pontevedra estaba falto de desborde por banda y Luisito se acordó del cántabro para ingresar al terreno de juego nada más volver del descanso. Álex fue un puñal por su banda y encontró los espacios en la línea de cinco defensas del Caudal que sus compañeros apenas consiguieron atisbar en los primeros 45 minutos. Las mejores jugadas del encuentro llevaron su firma en la segunda parte, ganándole la partida primero a Pelayo y después a Iván. Asistió a Barco para tratar de abrir la lata y probó también suerte en jugada personal pero ayer la pelota no quiso entrar y pese a su gran segunda parte a los granates se les escapó la oportunidad de completar el diez de diez y batir el récord de victorias de los años ochenta en Tercera.