"No voy a ocultar que el partido fue superaburrido en la primera mitad" reconocía ayer Luisito quien, con todo, matizaba que los encuentros "duran 90 minutos". Luego llegó una segunda mitad en la que el entrenador granate explicó que, tras los cuatro goles del Pontevedra, "no hay mucho más que decir" salvo que el resultado "igual hasta fue corto" si se tienen en cuenta las ocasiones generadas por los locales "y que el árbitro no nos dio un penalti para mí muy claro".

El entrenador explicó que las variaciones en el esquema táctico que llevó a cabo en el descanso fueron claves. "Yo sabía que con el cambio de sistema íbamos a ganar, bueno adivino no soy, pero sí que el equipo iba a mejorar mucho", explicó. Luisito lo tenía claro desde antes del descanso pero reconoció que no ejecutó estos cambios hasta el intermedio por los jugadores que tuvo que sacrificar: "Yo fui futbolista y me duele mucho hacerles eso". También por quiénes eran los dos jugadores que tenían que dejar el campo: "Mouriño y Jacobo son Mouriño y Jacobo, dos chavales a los que tengo un cariño especial por lo todo lo que le dieron al Pontevedra y a mí personalmente", pero insistió en que modificar la estrategia era algo inevitable. "Tal y como estaban jugando ellos era meter una marcha más, ser mucho más intensos sin balón, que era lo que nos estaba faltando, y tener más precisión con la pelota", añadió. A partir de ahí llegó el penalti, el gol, "y el partido se nos puso mucho mejor, ellos apenas nos inquietaron".

"Corregimos cosas en el descanso y el equipo fue otro, mejoró una barbaridad" aunque reconoció que "lo que les dije a los jugadores en el vestuario aquí no lo puedo decir".

El entrenador del Pontevedra explicó algunos de los cambios tácticos señalando, por ejemplo, que "sabía que al meter a Mateo iba a hacer mucho daño a los tres centrales" y reconoció que más tarde, ya con ventaja en el marcador, "tuve que hacer algo que a mí no me gusta mucho que es tirar a Añón a banda". Desveló que el objetivo era proteger a Bonilla, puesto que el lateral llegaba al partido tras sufrir problemas durante toda la semana. El técnico aseguró que Añón cumplió este cometido de forma "encomiable".

Trabajo y sacrificio

Luisito se mostró también orgulloso de un grupo que, con su novena victoria consecutiva en casa, "entra en la historia en un club tan importante como este" y considera que por ello "estos futbolistas tienen un mérito tremendo". Destacó que el Pontevedra es el único equipo de Primera, Segunda y Segunda B en España que logra este pleno de victorias en casa e insistió en que después de 17 jornadas todavía no se cree "que estemos peleando con los mejores a base de mucho trabajo y sacrificio".

El entrenador del Pontevedra aseguró que los resultados de ayer demuestran su teoría de que en esta categoría "nunca hay un partido fácil" pero insistió en que "hay que seguir peleando a ver hasta dónde podemos llegar". Insistió en que se trata de una liga "con una igualdad tremenda" y que "no se puede perder la cabeza, hay que trabajar y trabajar" pensando ya en la Arandina.