El Teucro no se cansa de ganar y ayer sumó en Gijón ante el Jovellanos su sexta victoria consecutiva (24-33) en liga gracias a una gran segunda parte en la que solo encajaron ocho goles.

Mucha igualdad y respeto entre los dos equipos en la primera parte. Quique Domínguez ya advirtió en la previa del encuentro que el Jovellanos no era ningún rival fácil y que en casa vendería cara la victoria. Así fue durante la primera media hora en la que aguantaron bien los envites azules, jugándoles de tú a tú. Los asturianos empezaron de hecho mandando en el electrónico durante buena parte del primer periodo gracias a un muy activo Juan José Ruesga que fue autor de seis goles antes del descanso.

Superado el cuarto de hora del encuentro y con empate en el marcador (10-10) el Jovellanos se trabajó un pequeño colchón gracias a un parcial de 3-0 que los azules fueron capaces de contrarrestar rápidamente para irse a los vestuarios con empate de nuevo (16-16). Unos poco habituales Pedreira, Óscar Silva y Medina, además del siempre infalible capitán Carlos García, fueron los teucristas más efectivos en ataque hasta el descanso.

La segunda mitad ya fue otra historia. El Teucro dejó de especular con el resultado e hizo valer su superioridad para llevarse el partido a su terreno y evitar cualquier posibilidad de irse a un final con suspense tal y como ocurrió la pasada jornada ante el Cisne.

Los azules lograron minimizar al máximo los ataques asturianos y en los 25 primeros minutos del segundo periodo solo encajaron seis dianas. Las superioridades numéricas, con tres exclusiones consecutivas del Gijón a la vuelta de los vestuarios, sumadas a la buena defensa y al acierto en la portería, contribuyeron a crear una importante ventaja para los visitantes que a partir de los tres cuartos de hora de juego era ya insalvable (21-25) para un Jovellanos que en los últimos minutos terminó bajando los brazos ante el potencial teucrista. La otra buena noticia del encuentro fue la reaparición sobre la pista del extremo teucrista Edu Moledo.