Con emoción hasta el final y la posibilidad de ganar el encuentro hasta el último segundo, pero sin suerte para llevarse la victoria. El Peixegalego volvió a sufrir una nueva derrota en liga (y ya van cinco seguidas) para continuar sin levantar cabeza en este duro y cruel inicio en LEB Oro.

Javi Llorente recuperó a Andrés Miso para la cita de entre la plaga de lesionados que ha afectado a los azules en los últimos días y el escolta volvió en su mejor versión en ataque para liderar al Peixegalego en los primeros minutos.

El escaso acierto desde la línea de tres era uno de los lastres que estaban arrastrando a los marinenses en los últimos compromisos ligueras y eso fue algo que se intentó paliar también ayer ante un rival que tampoco era manco desde el lanzamiento exterior. El propio Miso fue autor de tres triples en el primer cuarto para acabar los primeros 10 minutos con 12 puntos en su haber y permitir así que los azules se fuesen al segundo cuarto siete puntos arriba gracias a una fácil y rápida penetración de Simeón a falta de cuatro segundos (26-19).

Fueron unos primeros minutos de dominio azul en los que los marinenses llegaron a tener una ventaja máxima a su favor de hasta nueve puntos tras un parcial de 7-0 a su favor cuando el marcador aun lucía un más apretado 15-11.

El Clavijo estuvo mejor en un segundo periodo en el que los de A Raña pecaron por momentos de falta de contundencia defensiva, sobre todo en unos aclarados en los que los riojanos conseguían canastas sencillas en penetración. Al Peixe le costó y mucho entrar en este cuarto y esto fue bien aprovechado por el Clavijo para ponerse por delante en el electrónico (28-29) merced a un triple de Popadic.

La remontada dio alas a los de Logroño, que empujados por el acierto anotador de Bonifant empezaron a hacer daño a los marinenses llegando a sumar una ventaja máxima de cuatro puntos (34-38) que los azules no encontraban forma de frenar.

Fue entonces cuando el recientemente fichado por los de casa Alec Kobre hizo su aparición estelar en el partido. El club lo firmó para mejorar su porcentaje desde la línea de tres y eso fue lo que hizo en su primer lanzamiento al aro. Triple para empatar el partido (42-42) y dos jugadas consecutivas de los de Javi Llorente en las que Mugica y de nuevo Kobre volvieron a ver el aro como una piscina para darle la vuelta al marcador con sendos lanzamientos de tres que levantaron a la grada de A Raña. Estas tres canastas consecutivas permitieron al Marín irse a los vestuarios de nuevo por encima en el electrónico (48-44).

Pero el Peixe volvió a entrar mal en los primeros minutos del tercer cuarto y ahí estuvo nuevamente el húngaro Popadic para poner a los suyos por delante (48-49) y obligar de nuevo a Miso a llevar la responsabilidad ofensiva con dos anotaciones consecutivas con las que que devolvieron el parcial a Clavijo para ponerse un punto por delate. Fue precisamente este tercer periodo el peor en ataque para unos y otros y el equipo que entrena el coruñés Antonio Pérez fue el que menos falló de los dos para entrar en los últimos diez minutos con una mínima renta a su favor (58-59).

El lanzamiento exterior siguió siendo protagonista en el último cuarto. Primero por el lado local, gracias al acierto de Múgica y posterior canasta de Derksen que parecía romper el partido para los de casa (71-65). Los pupilos de Javi Llorente lograron manejar su ventaja hasta que a dos minutos del final Garrido consiguió volvió a meter de nuevo a los suyos en el encuentro desencadenando un intercambio de golpes que llevó el partido a un puño (81-80) a falta de cuarenta segundos por jugarse.

Fue ahí cuando volvió a aparecer la gran tortura peixiña en el día de ayer; Popovic. Andrés Miso perdió el balón en la posesión definitiva para cerrar el encuentro y el húngaro certificó la remontada con un nuevo triple solo desde la esquina.

El Marín dispuso de una última pelota a falta de cinco segundos pero los árbitros señalaron falta en ataque de Andrés Miso, con gran enfado local incluido, y la victoria se fue de vuelta para Logroño.