Decía Borja Burgos esta semana que no estaba preocupado por la dinámica negativa del Portonovo porque el equipo "competía". Las sensaciones del entrenador no eran malas, pero los puntos su escuadra no terminaba de amarrar los puntos, como el pasado domingo cuando perdió dos ante el Erizana en los últimos minutos.

Sin embargo, la tranquilidad imperaba en la mente del entrenador, sabedor de que cuenta con un bloque muy joven que irá aprendiendo de sus errores.

Hoy, al Portonovo se le presenta una oportunidad para demostrar que ese aprendizaje está siendo activo. Porque el conjunto arlequinado visita a partir de las 17 horas la cancha de uno de sus grandes rivales directos por la permanencia en la categoría: el Polígono San Cibrao.

El equipo ourensano tiene 10 puntos, los mismos que el Portonovo. Ambos están situados en la segunda mitad de la tabla, por lo que el choque comienza a coger un cariz más que trascendente.

La escuadra dirigida por Manuel Sotelo llega en una dinámica contrapuesta al bloque sanxenxino. Los ourensanos cuentan sus dos últimos encuentros por victorias. Seis puntos en los 14 días precedentes que le han permitido asomar la cabeza en la clasificación tras un mal inicio.

Pese a ello, el Portonovo tiene donde aferrarse. Su rival ha ganado dos partidos como local, pero Arenteiro y Verín ya fueron capaces de vencer en el Antonio González Blanco. Lo mismo pretende hacer el equipo dirigido por Burgos, que sumaría su primer triunfo lejos de Baltar.