Sigue de dulce el Pontevedra, que en Pucela volvió a sumar una nueva victoria, la segunda consecutiva y la cuarta en los últimos seis partidos, que permite a los de Luisito auparse, aunque sea temporalmente a la espera de los resultados que se den hoy, entre los cuatro primeros clasificados. En esta ocasión los granates tuvieron que remar a contracorriente, pero tocados por una varita mágica voltearon el marcador en dos minutos eléctricos. Arroyo adelantó al Valladolid B en el último suspiro de la primera mitad, pero a la vuelta de vestuarios el Pontevedra obró la remontada con goles de Campillo y Queijero, que ayer sustituía a Álex Fernández y cubrió la baja del ex del Coruxo con garantías. Kevin dio tranquilidad al Pontevedra en el tiempo añadido ante un Valladolid que ya vagabundeaba por el campo con dos jugadores menos como consecuencia de las expulsiones de Zambrano y Mayoral.

A pesar de todo, la primera mitad de los de Luisito fue para olvidar. Regaló el balón a su rival y en esa tesitura el Valladolid B se encontró muy cómodo. El equipo pucelano encontró una autopista por el costado izquierdo a través de Toni, que cada vez que recibió el balón fue capaz de general peligro.

Hasta el cuarto de hora de juego, por el contrario, el cuadro granate no fue capaz de cercar la portería de Julio. Tuvo que ser, además, a balón parado, en una falta botada por Anxo que no encontró la cabeza de Verdú por poco.

Disponía en ese tramo del encuentro el Valladolid B de la pelota, pero no sabía qué hacer con ella. Toni volvió, no obstante, a la carga por su banda, y de una acción suya a punto estuvo de sacar petróleo Zambrano.

Todo el bagaje ofensivo del Pontevedra en el primer acto llegó a balón parado. De las botas de Mouriño nació un cabezazo de Capi, pero el juez de línea levantó la bandera dando invalidez a la acción.

El último cuarto de hora antes de que el partido llegara al descanso fue de claro color blanquivioleta, pero al equipo de Borja Jiménez careció de profundidad y punch en los últimos metros. Arroyo, al filo del tiempo de asueto, aprovechó una indecisión de la zaga gallega en un saque de esquina para poner, a pesar de todo, al filial por delante en el marcador.

Poco le iba a durar, no obstante, la alegría a los locales, ya que tras el paso por vestuarios el Pontevedra mutó a su mejor versión y en dos minutos eléctricos le dio la vuelta al marcador. Campillo estableció la igualada con un cabezazo en una falta lateral y prácticamente después del saque de centro Queijeiro anotaba el uno a dos a pase de Mouriño.

La expulsión posterior de Mayoral acabó de allanar el camino a los de Luisito, que con un jugador más sobre el campo ya fueron muy superiores. Por si fuera poco, la suerte se alió con los granates cuando el árbitro confundió a Kevin con Verdú al mostrarle una cartulina amarilla por una entrada que no había cometido y habría supuesto la expulsión del centrocampista.

Las últimas ocasiones gallegas ya llegaron a la contra, pero el Pontevedra no se mostraba acertado y el Valladolid B aún soñaba con el empate, idea que se le borró de la cabeza con la expulsión Mayoral, segunda del partido

Con el marcador favorable, Luisito introdujo hombres de refuerzo en el centro del campo y Pedro García otorgó al centro del campo de los visitantes la tranquilidad y fortaleza que precisaba para no pasar apuros.

Kevin, ya con la toalla pucelana por los suelos, lograba el tanto de la tranquilidad en el tiempo añadido con un disparo lejano que cogió a media salida al portero del Valladolid B.

Con esta victoria el Pontevedra suma ya seis partidos consecutivos sin perder lejos de su feudo, convirtiéndose así en uno de los visitantes más temidos de la liga. Los tres puntos sitúan al Pontevedra en la tercera posición de la tabla de forma provisional, superando al Rácing de Santander y empatando a puntos con la Cultural Leonesa, que será precisamente el próximo rival en visitar Pasarón el próximo domingo. Si los lerezanos consiguiesen ganar, el equipo acabaría en año en posiciones de fase de ascenso.