En el duelo más caliente del curso, el Celta salió escaldado. El Deportivo conquistó el derbi tras superar con bastante más claridad de la esperada al conjutno de Berizzo, que pereció enredado en la madeja de su propia ansiedad. El Celta ofreció su peor cara de la temporada ante un adversario inteligente que le superó en todo: manejó mejor la temperatura emocional del choque, ocupó mejor el camnpo y liderato por un Lucas Pérez en racha fue también más peligroso y efectivo.

La derrota en el derbi abre la primera crisis de la temporada en elCelta, que pierde su condición de invicto a domicilio y enlaza dos derrotas después de haber sumado solo tres de los últimos doce puntos en juego y encajar doce goles en cuatro partidos. La pájara del llega además a los celestes en un momento psicológicamente complickadfo pues fuer precisamentea estas alturas del pasado curso cuando padeció su peor racha.

Mientras Berizzo se atuvo al guión previsto y desplegó el once que (Cabral mediante) puede recitarse de memoria casi desde el inicio de curso , Víctor sorprendió con releva ndo a Laure por Juanfran en el lateral diestro, cambió a Bergantiños por Fajr para acompañar en el doble pivote a Mosquera y formó en punta con Lucas y Jonathan Rodríguez. Con estos mimbres intercambiaron golpes ambos equipos en arranque eléctrico,el Celta con inciativa pero sin control; elDeportivo, mejor plantado y atento a la contra. Y en este escenario inicial fue el equipo herculino el ue rondó por medio de Lucas, su lanzador más eficiente, que malbarató primero un perfecto servicio de Luisinho con un remate que se perdió en el segundo anfiteatro y no acertó a rematar poco después a la media vuelta un centro en el cogollo del área.

El Celta, que entró en el partido demasiado revolucionado y tardó demasiado en asentarse el campo replicó con artero robo de Nolito, que enfiló el balcón del área y trató de batir a Lux por alto pero el cancerbero argentino adivinó sus intenciones y atajó fácilmente el balón. Fue el preludio de una noche aciaga para el Celta y singularmente para el sanluqueño, que encontró en el portero blanquiazul la horma de su zapato.

Impulsado por un Riazor hasta la bandera,, el Deportivo manejó el tempo del partido, cerró al Celta las líneas de pase hacia su portería y armó la contra con velocidad y peligro. Así,tras un error defensivo, Lucas se redimió de sus errores iniciales aprovechanfo un malentendido de Sergio con su defensa en un balón largo al área para superar la salida en falso del Gato e inaugurar, a trompicones, el marcador.

El Celta pudo enseguida mitigar el golpe porque en la acción siguiente Navarro derribó a Aspas en el área blanquiazul y Álvarez Izquiedo selaño el punto fatídico. La bola la agarró Nolito, el especialista celeste. El gaditano tomó aire y lanzó raso a la derecha del portero, que volvió a adivinar la trayectoria del lanzamiento y despejó la pelota a córner.

El regalo de Nolito convenció al Deportivo de la eficacia de su estrategia, que el conjunto de Víctor Sánchez del Amo consolidó durmiendo el encuentro ante un Celta incapaz de encontrar vías de llegada hacia el portal de Lux.Le bastó al equipo herculino con achicar el espacio y dejar que el Celta se enredarse en la madeja de en xsu propia ansiedad para gobernar sin problemas el choque hasta el descanso.

La situación no cambió tras el intervalo. El Deportivo ocupó mejor el campo y dificultó la salida de pelota del Celta. Al grupo de Berizzo le costó ganar metros y su rival aprovechó cada pérdida de balón para armar el contragolpe. Jonathan Rodríguez tuvo en sus botas el segundo después de superar en velocidad a Fontás y encarar a Sergio que esta vez sí desbarató los planes del artillero rival con una mano portentosa que devió el balón por encima del travesaño.

Berizzo reaccionó cambiando al central catalán por Planas y movió al Jonny al eje izquierdo de la zaga en la posición que el canterano céltico ha ocupado últimamente con la selección sub 21.La respuesta de Víctor fue cambiar a Cani por Fayçal para incrementar el control sobre el medio camp. Berizzo echó entonces mano de Guidetti, que suplió al Tucu Hernández, en un intento de fortalecer el ataque. celeste. Pero la entrada del sueco, lejos de dar al juego del Celta la pausa que necesitaba, le mantuvo pasado de revoluciones y acabó enfrascándose en conflictos inncesarios que en nada beneficiaban sus intereses. Juanfran estrelló un remate en mel palo que pudo haber dejado el partido visto para sentencia.

Solo en el tramo final del encuentro, gracias a la capacidad de desequilibrio por banda de Orellana, pudo el Celta llegar al área de Lux con cierta sensación de peligro, aunque insuficiente como para remontar, pues los disparos contra la portería herculino apenas se produjeron con una disparo aislado de Aspas desde la frontal y un cabezazo manso de Mallo que se fueron plácidamente a las manos del portero rival. Y con el Celta volcado Lucas Pérez el hombre del partido puso la guinda a una victoria tan trabajada como merecida.