El Pontevedra se juega el domingo ante el Sanxenxo su prestigio. El hecho de que los visitantes acudan como líderes del grupo, con el presupuesto más bajo de la categoría, agranda la herida de la afición granate que ha visto perder dos partido consecutivos a su equipo, y que solo la victoria del pasado domingo ante el Ribadumia ha apaciguado los ánimos de sus seguidores.

El cuadro visitante llegará al Estadio Municipal de Pasarón dispuesto a vender cara su derrota ya que su ilusión es seguir en la zona noble de la clasificación el máximo tiempo posible, con el fin de sumar los puntos necesarios para eludir las posiciones de peligro.

Los de José Ángel Oliveira están con la moral a tope, tras la sorprendente victoria ante el anterior líder, Cerceda, al que dejó en evidencia en Baltar de Arriba, pero de todos modos son conscientes que enfrente estará el equipo que tiene la mejor plantilla de la categoría tras los fichajes realizados en los meses de verano.

La diferencia de puntos en estos momentos solo es de un punto, por lo que de ganar los granates ya se situarían por delante en la clasificación tras las seis primeras jornadas del campeonato.

Los granates quieren certificar su mejoría y para ello contarán con todos sus hombres, con la excepción de Tubo, que todavía sigue recuperándose de sus molestias, tras comprobar el cuerpo médico que padece una lesión a consecuencia de una hernia discal. La otra duda será el central Capi, que no pudo finalizar el último partido debido a una brecha que sufrió en la frente y por la que manaba mucha sangre, por lo que tuvo que recibir varios puntos.

La nota positiva para el Pontevedra será el regreso de Jacobo en caso de que el técnico lo considere oportuno. El delantero ya cumplió la sanción de un partido y estará a disposición de Manu Fernández para recibir a los sanxexineses, aunque tras la buena actuación de sus compañeros tendrá complicado su presencia en la convocatoria.

En el entrenamiento de ayer en A Xunqueira se pudo comprobar que el estado de ánimo de los jugadores es el mejor para afrontar el choque ante el Sanxenxo, ya que han disipado las dudas que podrían tener en algún caso sobre su rendimiento en el terreno de juego.

El derbi levanta mucha expectación entre ambas aficiones, por lo que se espera una excelente entrada en las gradas del Municipal de Pasarón, como ya sucedió hace tres temporadas en las que hubo un desplazamiento masivo desde la localidad marinera, lo que se dejó notar en las arcas del club.

Aprovechando la buena marcha de los dos equipos, la directiva que preside Lupe Murillo espera que a lo largo de la semana sean muchos los abonados que pasen a retirar el abono por las oficinas del club y poder llegar cuanto ante a los dos mil socios, una cifra que podría aumentar si el Pontevedra es capaz de situarse al frente de la clasificación en las próximas jornadas.