El Pontevedra de Manu Fernández esta inmerso en plena fase de amistosos después de varias semanas dedicadas a un exigente trabajo físico. Durante las próxima dos semanas la pelota y la táctica entran de lleno en la escena con la celebración de compromisos estivales frente a rivales de diferente pelaje, que deben servir al técnico para definir el once que iniciará la temporada el día 24.

La batería de amistosos frente a rivales menores persigue que los jugadores asimilen la doctrina del técnico, que buscará ser más protagonistas en el juego que la pasada temporada. Un planteamiento más combinativo y vistoso en el que los granates avanzaron ayer frente al Ribadumia, uno de los adversarios a los que tendrán que hacer frente en esta próxima campaña de liga.