Al más puro estilo del doctor Jekyll y míster Hyde el Teucro encajó una derrota ante un rival directo que le impide afrontar con tranquilidad la recta final de la liga. Los azules fueron de menos a más en el primer tiempo. pero cuando mejor estaban llegó el descanso y, con él, un bajón del que nunca se repusieron. En 25 minutos solo marcaron cuatro goles. Eso sí, en el último parcial anotaron el doble y maquillaron así su derrota ante un Bordils que les adelanta en la tabla. Se quedan con solo un punto de margen ante la promoción de descenso.

Los anfitriones tuvieron dificultades a la hora de neutralizar el intenso ritmo de juego con el que comenzó su adversario. Los girundenses, más necesitados de puntos, empezaron a liderar el marcador, con uno y dos goles de ventaja. Una renta que se invirtió pasado el primer cuarto de hora. En el minuto 16, el marcador registraba el primer empate (7-7). Unos segundos después Cadilla daba la sorpresa al marcar de portería a portería el 8-7.

El encuentro se ponía de cara para Javier Barrios y los suyos, impulsados por unas gradas algo más pobladas de lo habitual. En cambio, una polémica decisión arbitral frenó su proyección. Todo cuando trataban de sacar provecho de su superioridad numérica (el Bordils se llegó a quedar con cuatro jugadores de campo). Los colegiados invirtieron las tornas, excluyendo a Víctor Rodríguez y Carlos García. Y esto permitió al conjunto visitante retener a un Teucro que iba a más. El duelo se mantuvo igualado hasta que nuevamente el Teucro empezó a ejercer mayor dominio. Borja retomaba la ventaja en el marcador en el minuto 27 (13-12). En estos minutos anteriores al descanso, la renta creció como hasta nunca antes, yéndose ambos equipos a los vestuarios con un 15-12.

Sin embargo, el marcador dio un vuelco tras la reanudación. El Bordils renovó fuerzas. Con David Maso en el lateral izquierdo y sus cuatro dianas consecutivas se puso por delante con un 16-17 apenas cinco minutos después del reinicio. La cita adquirió de nuevo una velocidad trepidante entre dos equipos que ansiaban la victoria para evitarse complicaciones mayores en esta recta final de la campaña.

La presión atascó a los pontevedreses. Su defensa empezó a perder consistencia. Probaron también con una contención 5-1. Pero el Bordils hacía más daño y sacaba provecho de las imprecisiones y prisas que su contrincante presentaba en el ataque. Así logró marcharse cuatro goles arriba (17-21) en el minuto 13 de esta segunda mitad. Una renta que se duplicaba en el minuto 22 (18-24), convirtiendo la remontada en un improbable objetivo. La distancia era ya de siete tantos a falta de cinco minutos.

El marcador permitió al Bordils un final de encuentro cómodo, con la victoria prácticamente en el bolsillo. El Teucro, pese a marcar en los minutos finales más goles que en casi toda la segunda parte (solo cuatro goles hasta el minuto 25) se quedó lejos de siquiera arañar un punto pese a la idea que el marcador pueda sugerir.