Serán noventa minutos de infarto lo que tendrán que afrontar los cerca de doscientos aficionados del Portonovo que tienen previsto acompañar al equipo en su desplazamiento a Carballiño para jugar el último partido de liga ante el Arenteiro y que en caso de ganar le permitirá regresar a Tercera División.

De cara al choque que se juega a partir de las 17.30 horas, en el Espiñedo, Ricardo Fernández se encuentra con el problema de no poder contar con Suso, su máximo goleador, ni tampoco con Angelillo. El primero tiene una lesión en la rodilla y tendrá que realizar una ecografía, mientras que el segundo está sancionado tras la expulsión ante el Sanxenxo en la pasada jornada.

A causa de estas bajas, el entrenador arlequinado decidió convocar al resto de jugadores y será en el mismo campo en donde haga los descartes. Ricardo Fernández asume que "va a ser un partido muy complicado debido a que ellos también se juegan la permanencia y saldrán a por todas. Están realizando una excelente segunda vuelta y nos lo pondrán difícil desde el primer momento. Tenemos que jugar con los cinco sentidos y salir al cien por cien, si es que de verdad queremos estar el próximo año en Tercera División".

En relación a su equipo, el técnico señala que "moralmente estamos muy fuertes, porque el objetivo al inicio de la campaña no era este, pero no solo basta eso para sumar los tres puntos. Sabemos que dependemos de nosotros mismos, que vamos a tener la afición a nuestro favor y que si mantenemos la línea de juego podemos ganar".

Recuerda Ricardo Fernández que "tenemos la oportunidad de hacer historia y por ello estoy convencido de que los jugadores lo van a dar todo en el campo. En esta caso no hace falta motivarlos, ya que la importancia del partido le sirve de estímulo para luchar los noventa minutos".