El Pontevedra estaba obligado a vencer en Vilalonga para tener la opción de seguir con vida en el campeonato liguero y poder aspirar a jugar la fase de ascenso, pero el planteamiento de Milo Abelleira y la pésima actuación de sus jugadores le llevó a caer derrotado por un contundente 4-1 ante un rival que fue muy superior desde el pitido inicial.

El campo de San Pedro presentaba ayer un gran ambiente, lleno en las gradas, y la afición celeste dispuesta a apoyar al equipo desde el primer momento consciente de que se está jugando la posibilidad de seguir una temporada más en Tercera División.

En los primeros minutos hubo igualdad. En las filas granates sorprendía la presencia de Nano en la banda izquierda en lugar de David Pérez, cuando no estaba entrando en los planes del técnico, pero sobre todo la suplencia de Yago Vázquez, que estaba siendo vital en el trabajo defensivo.

Por su parte, el Villalonga salió con todo su arsenal, incluidos Machu y Saúl, a los que se le daban por descartados debido a unas molestias. Desde el primer momento el conjunto local dejó patente que no iba a regalar nada y marcó su territorio con dos entradas duras sobre los granates. Salieron con una motivación extra y sabiendo que no podían fallar, aunque la primera llegada fue para el Pontevedra, cuando Richi encuentra un hueco entre dos defensas y se queda solo ante Roberto Pazos, pero el asistente señaló fuera de juego.

Un poco más tarde lo intenta Santi Domínguez, sin duda el más activo de los granates, pero su lanzamiento salió muy alto. La jugada del partido y quizás el gol más espectacular del año llegó a los 16 minutos cuando Jorge Fernández recibe un balón en su propio campo y sorprende a Lloves con un lanzamiento que acaba en el fondo de las mallas, ante la desesperación del meta pontevedrés.

Aún no se había recuperado el equipo de Milo Abelleira de ese "fallo" cuando Fran Matos le roba el balón a Adrián Gómez y bate a placer a Lloves desde el borde del área pequeña. El Pontevedra naufragaba ante la presión que hacían los jugadores locales y no era capaz de reaccionar.

Milo Abelleira movió ficha y sacó del campo a Moisés Pereiro y Nano para darle más poder ofensivo al equipo y en su lugar salen Stefan y Yago Vázquez. La decisión fue acertada pues unos instantes más tarde Santi Domínguez saca una falta directa y el rechace del meta lo remata de cabeza Caco, pero fuera. Al límite de la primera parte, el goleador granate probó de nuevo fortuna y en esta ocasión acertó de pleno al meter el balón por toda la escuadra.

El partido estaba abierto, pero el Villalonga volvió a salir a machacar. Jorge Fernández y Uru ponen a prueba a Lloves, pero el meta no falló. En el primer lanzamiento mandó el esférico a córner y en el segundo, el delantero local envió el balón fuera.

Los granates trataban de apurar sus opciones y se volcaron en el ataque. Stefan remató solo en el área pero no acertó a marcar y de nuevo Santi Domínguez, el mejor de los suyos, sacó una falta directa que se fue directamente a las manos de Roberto.

Cuando parecía que podría llegar el descanso, corría el minuto 68, Fran Matos se interna por la banda derecha, centra y Uru, solo en el segundo palo consigue el tercer tanto que sentenciaba el choque. Milo da entrada en el campo al joven Buba, pero ya con el tiempo cumplido, el Villalonga pone el 4-1 en el marcador al conseguir Ramón batir a Lloves con el pecho, ante la euforia de la afición local.