El futuro del Teucro se despeja, pero todavía con importantes dudas en el horizonte. El club anunció en las últimas horas que sale del concurso de acreedores, pero sin que ello signifique los problemas hayan acabado. La directiva azul anunció que la sentencia que se emitió este pasado lunes le permite avanzar en su camino de la salvación del club. De todos modos, ahora se urge la necesidad de reunir las cantidades que permitan poner fin a las deudas con jugadores que ya no militan en la entidad pontevedresa.

La sociedad deportiva puede abandonar el proceso después de que se acogiese hace poco más de medio año, cuando lo solicitó de manera voluntaria con el fin de sanear su maltrecha economía. "Hay que ordenar nuestra deuda y poder así hacer del Teucro un club viable", comentaba entonces su presidente, Carlos García-Alén, consciente de que los números rojos superaban los 1,6 millones de euros. Meses después, al haberse adherido más del 50 por ciento de los acreedores, el club puede respirar algo más aliviado, pero todavía sin relajarse.

El escrito judicial implica que el Teucro debe ahora buscar recursos económicos de inmediato para satisfacer los denominados crédito privilegiados y en los que se incluyen los pagos a exjugadores. Se precisarían de cantidades que superan los 40.000 euros y que, en caso de impago, pondrían de nuevo al decano del balonmano gallego bajo amenaza de liquidación y, por tanto, desaparición.

La principal labor del club durante estos días será, por lo tanto, la búsqueda de la liquidez necesaria para realizar esos pagos. Un dinero que podría proceder de medio propios, fomentando la captación de nuevos socios, o de la firma de nuevos contratos con las administraciones. Una posibilidad que ha quedado reabierta, precisamente, con la salida del concurso de acreedores. El proceso también ha permitido renegociar la deuda a un plazo de cinco años.

La directiva de la entidad ha comentado que durante estos días trabaja con el fin de lograr nuevas medidas con las que garantizar su plan para garantizar el futuro. Así, se anuncia el próximo anuncio de las medidas que se van a tomar para tratar de encaminar el objetivo.