El Celta se propone reafirmar sus aspiraciones europeas con un triunfo frente al Espanyol (Balaídos, 18.30 horas, BEin La Liga), un rival en alza que comparece en el coliseo celeste en su mejor momento del curso tras firmar un valioso empate ante el Barça la pasada jornada en Cornellà-El Prat. La reciente derrota sufrida en Mendizorroza a manos del Deportivo Alavés ha cortado la mejor racha celeste del curso y obliga al conjunto de Unzué a retomar la senda del triunfo para mantenerse en la carrera por regresar el próximo curso al continente.

A la espera de que se resuelva el duelo de este mediodía entre el Sevilla y el Girona en el Sánchez Pizjuán, la victoria anoche del Eibar frente al Leganés obliga a los celestes a ganar esta tarde para mantenerse a rebufo de la zona de privilegio.

El último triunfo en casa ante el Betis poniendo fin a una racha de dos meses sin ganar en casa ha reactivado al cuadro vigués, que quiere cimentar sus opciones europeas haciéndose fuerte ante su gente. Le espera un rival complicado y en línea ascendente, bien organizado tácticamente y rocoso en su planteamiento, pero con calidad para decidir en los últimos metros.

El conjunto perico es, también, por ahora, el único equipo que ha sido capaz de doblegar esta temporada al Barcelona de Ernesto Valverde, al que derrotó en el primer asalto de cuartos de final de la Copa, y con el empató en la última jornada liguera ofreciendo una solvente imagen.

Para el Espanyol ganar en Balaídos supone saldar una cuenta pendiente a domicilio -los blanquiazules solo han ganado un partido, al Málaga, lejos de su campo- pero sobre todo una excelente oportunidad para tomar impulso en la tabla y poner distancia con la zona de descenso, de la que actualmente le separan 7 puntos.

El Celta afronta el choque con la buena noticia de la recuperación de Hugo Mallo. Un golpe en el primer dedo del pie derecho durante un entrenamiento impidió al capitán celeste vestirse de corto en Mendizorroza y ha limitado un tanto su participación en los entrenamientos durante la semana. Después de tres días de trabajo con el grupo sin molestias significativas, los médicos decidieron dar ayer el alta médico al lateral celeste, que se encuentra en condiciones de disputar un partido completo y apunta a titular esta tarde contra los blanquiazules.

La recuperación de Mallo ha permitido a Juan Carlos Unzué disponer, por primera vez en bastante tiempo, de todos sus efectivos para afrontar un compromiso liguero. El técnico céltico, de hecho, ha tenido que realizar dos descartes para conformar la convocatoria, integrada por 18 futbolistas.

Unzué ha dejado fuera de la lista al defensa central Andreu Fontás, uno de descartes habituales en las últimas semanas, y al centrocampista canterano Brais Méndez, titular el pasado sábado en Mendizorroza, quien el viernes ya se entrenó a las órdenes de Rubén Albés, y esta tarde reforzará las filas del filial en su encuentro frente al Rápido de Bouzas en el Baltasar Pujales. Unzué sí ha incluido en la lista a los dos fichajes incorporados por el Celta en el mercado de enero, el lateral eslovaco Robert Mazan, que tuvo sus primeros minutos sin brillo en Mendizorroza, y el atacante argentino Lucas Boyé, cedido por el Inter de Milán, que iniciará el choque desde el banquillo, pero podría tener sus primeros minutos como celeste, si la situación de partido favorece su debut.

El entrenador del Celta prepara cambios con respecto al once que perdió el pasado sábado frente al Deportivo Alavés. La plena recuperación de Hugo Mallo permite al técnico disponer de sus dos laterales titulares, el marinense y Jonny, que volverán a sus posiciones habituales, el marinense arrimado al costado derecho y el de Matamá pegado al izquierdo.

El eje de la zaga será presumiblemente de nuevo para el dúo formado por Facundo Roncaglia y Sergi Gómez, que jugarían su cuarto partido consecutivo como pareja titular de defensas centrales. No se puede descartar, sin embargo, que Unzué eche mano de Gustavo Cabral, ausente del once desde la visita al campo del Levante en el último partido de la primera vuelta.

En el medio del terreno no se esperan grandes cambios. Dando por sentada la titularidad de Lobotka, que ha jugado todos los partidos, la duda es si Unzué repetirá con Nemanja Radoja por delante del eslovaco o bien echará mano de otras opciones que han ofrecido al equipo buenos réditos en el pasado, como Pablo Hernández o Jozabed Sánchez.

Daniel Wass parece seguro en la banda derecha y la novedad será presumiblemente el regreso de Pione Sisto al costado izquierdo tras salir la pasada semana desde el banquillo en Mendizorroza. La suplencia del danés ante el Alavés se interpretó como un toque de atención del técnico al jugador por bajo rendimiento en algunos partidos del que Sisto, a juzgar por su buena reacción cuando suplió a Brais Méndez ante los blanquiazules, ha tomado buena nota. Otras opciones, como Emre Mor, parecen más remotas, aunque el buen partido firmado por el turco-danés le concede alguna posibilidad de entrar en el once céltico por segunda vez esta temporada.

Por lo que respecta al frente de ataque, Iago Aspas y Maxi Gómez, vuelven a perfilarse como la pareja de delanteros titulares. Su rendimiento, en este caso, no admite discusión.

Quique Sánchez Flores, mientras tanto, pierde por sanción a Esteban Granero y recupera al atacante argentino Pablo Piatti, ya restablecido de una lesión muscular.

La impresión general es que el técnico perico desplegará en Balaídos un once similar al que empató la pasada jornada frente al todopoderoso Barcelona. Las novedades podrían ser en este caso el colombiano Carlos Sánchez, que supliría al lesionado Granero en el eje de la línea medular, y la entrada en defensa de Javi López por Marc Navarro en el lateral derecho y de Óscar Duarte por Naldo en el eje de la línea.