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Del pasado al futuro en pareja

La misión de impulsar el crecimiento de la UD Ourense vuelve a reunir en el vestuario de O Couto a Fernando Currás y a Rubén Durán - El nuevo técnico unionista jugaba hace diez años su último partido como rojillo

Durán lanza un penalti, que fallaría, observado por Currás, en su etapa en el Ourense. // I. Osorio

La directiva de la Unión Deportiva Ourense está liquidando las cantidades que le corresponden a la plantilla por el mes de mayo. Son los retazos que le quedan a una temporada que ya mira al futuro. Los dos nombres propios del equipo que se está construyendo son los de Fernando Currás y Rubén Durán, el entrenador y el primer jugador renovado.

Se sacaban seis años cuando coincidieron por primera vez en el vestuario del estadio de O Couto, un 15 de julio de 2003, en el primer entrenamiento de la última temporada en la que los ourensanistas disfrutaron de una promoción de ascenso a Segunda División. En la casa unionista esperan que el reencuentro en primera línea sea un buen augurio.

Trece años después se dan la mano en el proyecto unionista empeñados en reverdecer recuerdos. Era habitual verles juntos en el calentamiento del entrenamiento o en los estiramientos y esa sintonía se trasladaba al terreno de juego. Eran futbolistas de hilar, con llegada. Uno en el banquillo y otro en el campo pondrán al servicio de la UD Ourense también su ambición para prolongar el avance y ganar nuevos adeptos en la grada.

El partido contra el Celta B en Barreiro, en el que Durán marcaría los dos primeros goles del Ourense que jugaría por última vez la promoción a Segunda, o la eliminatoria de Copa del Rey contra el Atlético de Madrid marcaron los puntos álgidos de su trayectoria compartida. Sus caminos se separaron en el declive que daría con los rojillos en Tercera División. Fernando Currás jugaba hace diez años, un 26 de mayo de 2007, su último partido con el Ourense, el de la salvación por carambola en el campo del Rayo Vallecano de Pepe Mel gracias a los favores de Alcorcón y el Lanzarote. Se había creado un cisma tanto tanto en el estamento deportivo como en el directivo y Fernando Currás, con Ramón Dacosta y Óscar Martínez, entre otros, tomaron la salida.

Rubén Durán se había ido el año antes a Zamora, donde solo permaneció un año. Regresó a Galicia para incorporarse al Lugo. Dos buenas campañas a las órdenes de Fonsi Valverde le hicieron ganarse el ansiado ascenso al fútbol profesional, tras la llamada del Real Unión de Irún. Una segunda experiencia en Lugo y otra en el Racing de Santander completaron su expediente como jugador de la División de Plata, en la que superó los 60 partidos disputados. Logroñés y Marbella fueron sus últimos destinos antes de fichar en agosto de 2016 por la UD Ourense en Primera Autonómica.

Con las dos primeras piezas sobre el tablero, al cuarto proyecto unionista le queda mucho por hacer. Durán aseguraba el pasado jueves, en la rueda de prensa en la que se anunció su renovación, que se hará un buen equipo para responder a la expectativas de los aficionados. La primera cara nueva no tardará. En la oleada de contactos para fortalecer la plantilla se ha apuntado a categorías superiores, tanto a Tercera División, con énfasis en el Barbadás, como en la categoría de bronce, siempre que el presupuesto lo resista.

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