A la Unión Deportiva Ourense se le han juntado un rosario de bajas con dos derrotas en las cinco últimas jornadas. El precio son los cuatro puntos que separan a los de Antonio Dacosta de un líder, el Bande, que por contra da la sensación de infalible. Ante la flaqueza, los unionistas tendrán multiplicarse porque en el fútbol no hay mejor medicina que ganar.
Para el encuentro de esta tarde contra el Atlético Vilariño (O Couto, 16.15 horas), la UD Ourense reformulará casi por completo su línea defensiva. Faltan cinco de los seis defensas que hay en la plantilla. Julio Martínez no podrá jugar por sanción; Sergio y Otero, por compromisos académicos; Xurxo, porque se encuentra en proceso de recuperación de una lesión muscular y Senén, porque sufre una hernia inguinal. Dentro de dos semanas deberá someterse a una revisión para decidir si tiene que pasar por el quirófano.
Con Samuel en la portería, Dacosta optará en principio por reconvertir a dos centrocampistas para tapar los flancos. Aitor volverá al lateral derecho que ya probó al inicio de la temporada y Marcos Sotelo se ocupará del izquierdo. En el eje de la zaga debutará el central juvenil Diego Pousa, que ya tuvo unos minutos la pasada temporada, como compañero del único habitual disponible, Tito Currás.
Al trasladar a Aitor a la defensa, Antonio Dacosta elige para la medular a Toni y a Diego Soto, que tuvo sus primeros minutos el pasado domingo en Allariz tras un paréntesis de cuatro meses en el dique seco. En esta línea es baja Omar, que se recupera de la luxación de rótula que sufrió entrenándose hace dos semanas. El plan de ataque de los unionistas es el único que está a salvo de contratiempos.
Xaco y Cristian se ocuparán de las alas, con Rubén Durán en la mediapunta. Hugo García será el más adelantado. Con el meta Lucas Sierra también en la enfermería, la convocatoria se completa con otros dos juveniles, Benji y el portero Juan, con el centrocampista Fran Martínez, que también cierra hoy un larga baja, y los delanteros Unai y Adrián.
La UD Ourense tendrá enfrente a un Vilariño instalado en el ecuador de la clasificación merced a los réditos que obtiene en su campo. Fuera les ha costado más puntuar a los de Quino Iglesias, uno de los exjugadores del Ourense que arrimó el hombro en los primeros pasos del proyecto unionista. Pasaron por un bache de resultados entre finales de octubre y principios de diciembre, con siete jornadas sin conocer la victoria, aunque han recuperado el pulso y se mantienen con colchón sobre el descenso directo. Ya no lo es tanto sobre las posiciones afectadas por los arrastres. Han caído contra todos los de arriba y tratarán de romper esa tendencia en O Couto.
