- ¿Cómo define la temporada?

- Con bastantes altibajos. Empezamos con unas expectativas altas que poco a poco se fueron cayendo. A un mes de acabar la primera vuelta empezamos a ser irregulares en resultados. Al principio estuvimos nueve partidos sin perder y después no éramos capaces de ganar y sumando de uno en uno no da para estar arriba.

- Dos meses sin ganar se pagan en Tercera.

- Está claro, véase el Barbadás, que de estar luchando por estar de primeros, de aguantar un ritmo de líder, hay que ver cómo está ahora, en mitad de tabla.

- ¿Qué ha salido mal?

- Lesiones, sanciones, falta de fortuna. El fútbol.

- Los resultados complican su aclimatación a un nuevo destino.

- Cuando no se gana, es más complicado ir a trabajar. Encadenas resultados malos y la dinámica en los entrenamientos cambia bastante. No vas a trabajar de la misma manera, vas más cabizbajo. Sabemos que tenemos una gran plantilla, con expectativas de entrar en la promoción, empezando por el entrenador, que tiene una trayectoria a tener en cuenta en los últimos años. Le gusta mucho el trabajo y le gusta el trato de balón. Somos un equipo dinámico, con mucha movilidad arriba y poco a poco, entre lesiones y sanciones, las expectativas van cambiando hasta el momento de que, de no haber ganado el domingo pasado, estaríamos a dos puntos del puesto de arrastre por descenso. Cambia objetivo y hay que ponerse mono de trabajo y darle prioridad a la permanencia.

- ¿Cómo llevan el trance unos aficionados exigentes como los de O Morrazo?

- La gente está detrás. Hay presión, se nota. Al principio veías la grada y era una grada ilusionada y ahora la ves caliente, en el sentido de que lo que iba a ser no está siendo, y llega un poco la desidia, la dejadez en cuanto a animar, aunque la verdad es que siempre ha apoyado. Es una plaza jodida, pero la prefiero mil veces a otros campos en los que ni animan o están callados.

- ¿Han corregido la fragilidad en las jugadas a balón parado?

- Personalmente, desde que juego al fútbol es de los años que más nos marcan a balón a parado. El 80 % de los goles nos llegan así. No ves a un rival que nos mueve el balón hasta que se planta ante el portero. Todos los goles que nos marcan son a balón parado, por falta de concentración, de intensidad, no lo sé. Estamos intentando corregir y el otro día marcamos nosotros dos de estrategia. En los últimos partidos casi no nos rematan, porque en realidad es lo que nos penaliza.

- ¿Se ven tan lejos con los de arriba como refleja la tabla?

- Es una liga para cualquiera. El que la quiera, la va a tener. Se habla de Boiro, de Cerceda, son presupuestos altos y la realidad es la que es. El colíder es el Choco, un bloque lleva unos años junto y ahí está, con tres tenores arriba que la lían en cualquier momento. El Boiro, que ha invertido mucho dinero, es bastante irregular. Ganas o pierdes contra cualquiera. Nosotros por ejemplo le quitamos cuatro puntos al Deportivo B.

- Ha vuelto al lateral.

- Sí es una vuelta a los orígenes. Se intenta tener más protagonismo, pero es un muy distinto a jugar en la mediapunta, de delantero o de interior, como en las últimas temporadas. De repente me pasan atrás, pero lo importante es jugar mientras las lesiones vayan respetando. Menos de portero, que no llego al larguero (ríe).

- Les llega un Barbadás hambriento de un resultado bueno.

- Es un equipo que lleva una racha negativa y obviamente van a salir a ganar sea donde sea, porque quieres salir de eso y la única forma es ganar. Nos esperemos a un rival que saldrá a muerte, que va necesitado, porque lo está realmente, y se encontrarán a otro rival que no va a ceder nada.

- ¿Echa de menos Ourense?

- En el tema laboral estoy satisfecho, pero siempre se echa de menos la casa. Cuando me volví para Ourense fue con la intención de quedarme. Es mi tierra, pero en la vida hay que tomar decisiones. Surgió la posibilidad de marcharme por temas personales y en lo deportivo salió como salió, pero no me arrepiento. Son experiencias.