El Club Ourense Baloncesto se levantó en Cáceres del doble tropiezo ante Oviedo y Breogán. Una intachable victoria sustentada con sacrificio defensivo y la experiencia al frente de las operaciones de Pedro Rivero y Guillermo Rejón. El conjunto ourensano impuso desde el principio las reglas. Contrarrestó con cuatro triples la conexión lituana Jakstas-Slezas del Cáceres que al principio hizo sufrir en la zona a Agbelese (sentado pronto con dos faltas por el técnico) y a Salash. La defensa ganaría enteros con los minutos, por lo que fue una anotación fluida la que le dio el primer parcial a los cobistas (19-24).

Las concesiones en el rebote se acabarían en cuanto Rejón y Rowley se lo propusieron, secundados puntualmente por Barreiro. El madrileño se metió el partido en el bolsillo. En el segundo cuarto cayó el acierto al aumentar las prestaciones defensivas de los equipos. El COB atacaba con facilidad y controlaba los rechaces ante un Cáceres atascado. El arreón puso 11 arriba a los de Gonzalo García (23-34) a pesar de que el triple decayó.

Llegó la reacción local con una defensa más activa. Ya perdían balones los dos equipos y los jugadores del equipo ourensano se lo tenían que pensar más para encontrar el buen tiro. Fallaron mucho en el segundo parcial. Al descanso se llegó con un palmeo de Rejón que significó el 30-36 en un primer tiempo equilibrado pero con mejores sensaciones de los cobistas.

Agbelese volvió a pista para lucir su salto en la canasta que dio rienda suelta al COB. Los triples de un Rivero dueño de la brújula y de Salash, que tuvo una de sus mejores noches como cobista, dispararon la ventaja hasta el 36-51. Un 2+1 del excobista Sergio Pérez acompañado de un triple de Parejo pusieron a Cáceres por debajo de la frontera de los diez puntos, pero sería un querer y no poder para los de Ñete Bohigas. Hasta que acertó Marco para el 45-57, un equipo que vive del triple presentaba un descorazonador 3 de 20.

El porcentaje no desanimó a los locales, que se la jugaron desde la larga distancia. Mockford clavó el suyo nada más empezar el cuarto (50-59) y Añaterve Cruz redujo la ventaja del COB a ocho puntos (53-61), pero a los de Gonzalo García no les entró el vértigo. Extremaron la vigilancia sobre los tiradores locales y mordieron por dentro, donde Rejón y Rowley fueron imparables para los pívots locales. El conjunto ourensano solo tuvo que alargar las posesiones y aprovechar las prisas por desesperación del Cáceres para acabar con el mal fario que le perseguía desde hace casi dos décadas en la capital del baloncesto exrtremeño.