Álex Fernández deja atrás su tercera temporada en el Ourense con la satisfacción del deber cumplido. Nunca se cansa de repetir que su objetivo es el bien común, un equipo por el que se ha sacrificado en posiciones incómodas. El adiós del lateral izquierdo indiscutible a mitad de camino forzó su regreso a la banda. "En la primera vuelta, hasta la salida de Pinillos, personalmente creo que rendí a un nivel bastante alto en el aspecto que siempre recalco de ayudar al equipo. Tanto a nivel físico como anímico me vi bien, incluso haciendo goles en varios partidos, y está claro que la baja de Pinillos en el lateral me afectó", explica el jugador ourensano. Su faceta de recuperador y asistente fue muy productiva para el Ourense en una temporada aciaga en la definición. "Estaba haciendo una temporada en medio campo bastante buena, para hacerse notar como quiere cualquier jugador que sea ambicioso, y cuando tuve que irme a la banda, al menos al principio, lo pasé un poco mal. Después de un año y medio sin jugar ahí no es fácil adaptarse, pero en cuanto me noté bien físicamente, que era lo que me hacía falta, creo que acabé realizando buenos partidos". Álex Fernández tampoco se libró del bache físico en una campaña de desgaste brutal: "Tuve esa racha de lesiones de las últimas cinco jornadas en las que incluso jugué infiltrado y que no me permitieron alcanzar el máximo nivel para ayudar al equipo".