La plantilla, cuerpo técnico y empleados del Club Deportivo Ourense comenzaron ayer por la tarde su viacrucis, a partir de las cinco de la tarde. Salieron del estadio de O Couto y recorrieron las calles de Ervedelo, Juan XXII, Bedoya y Emilia Pardo Bazán para entregar al Consejo de Administración el comunicado en mano, donde el plantel pedía la dimisión inmediata de los gestores de la entidad.

A las 17.15 horas se personaron en el establecimiento de Alejandro Estévez en la rúa Emilia Pardo Bazán, pero no encontraron al presidente. Después seguieron su camino hacía Ramón Cabanillas, donde le entregaron al vicepresidente, José Ramón Fernández Morgade, que por cierto presentó una denuncia por coacciones en las oficinas donde trabaja. Seguieron su pregrinación a la Plaza de las Mercedes y finalizaron regresando de nuevo a Emila Pardo Bazán, donde estuvieron llamando al presidente una y otra vez y al final decidieron hacer una sentada en el local sin que nuevo hiciera acto de presencia. A las 19.15 horas intervinieron dos patrullas de la Policía Nacional y dos policías de paisano, llamados por la propietaria del local. Hubo intercambio de palabras, pero los jugadores se quedaron hasta la hora del cierre, todo ello sin aparecer el presidente.

Los jugadores llevan cinco meses sin cobrar y pasando por momentos difíciles, pues no pueden atender los gastos habituales y están en una situación límite. Las soluciones de cobro cada día se hacen más difíciles.

El responsable del área de Deportes de la Diputación Provincial de Ourense entiende parte de la postura, por parte de los jugadores rojillos, que exigen la dimisión del Consejo del Club Deportivo Ourense: "Comprendo la actitud de los empleados, que si hacen su trabajo tienen derecho a cobrar sus mensualidades todos los meses. Es cierto que la situación económica es complicada, pero hacía falta remar todos en la misma dirección. El club puede ser viable. La implicación pasa por parte de las instituciones, directivos, empleados, empresas y jugadores. Por ahí pasa la solución para que el Ourense siga vivo. El problema económico ya viene desde hace algunos años y al final siempre se ha arreglado", dijo.

En distintas comparecencias de los máximos dirigentes de la sociedad anónima deportiva se ha aludido a esa tabla de salvación, para salir del atolladero de la falta de liquidez. González Vázquez ratifica que en las conversaciones mantenidas se le hizo saber al club que el ente provincial les concedería todas las facilidades necesarias para agilizar ese trámite. "Se ha hecho un esfuerzo importante para mantener la cuenta de los 127.000 euros, que fue aprobada en tiempo y forma, siempre que se presenten unas justificaciones preceptivas y la documentación necesaria y que están al corriente con Hacienda y la Seguridad Social. Desde la Diputación hacemos todo lo posible para apoyar al Ourense, pero no podemos hacer milagros y un milagro sería que nosotros completáremos la documentación, porque eso deben hacerlo ellos".

Alfonso Vilachá, concejal de deportes del Concello de Ourense, es más crítico con las circunstancias por las que atraviesa el club: "Evidentemente la situación del Ourense es muy delicada y estoy de acuerdo en que la plantilla y los empleados tienen que estar muy cabreados. Creo que es de suma gravedad, pues la directiva no ha tenido una planificación correcta. Cuando se empieza una campaña hay que saber los ingresos que puede haber y los gastos. Es algo que se veía venir y ahora vienen las lamentaciones".