El Pabellón dio la cara ante el Racing de Santander, nuevo campeón de liga tras el empate del Celta en A Madroa contra el Atlético Perines. El dominio correspondió a los cántabros, que se adelantaron en el ecuador del primer tiempo gracias a un gol en propia meta. Diego estuvo firme todo el partido, y tras sufrir un golpe que obligó la sustitución fue ovacionado por el público que se dio cita en el campo.