El Coruxo sumó tres puntos muy importantes que le permiten mantener viva la esperanza de mantenerse en la categoría. Los vigueses tuvieron que remontar un marcador en contra cuando Espolita ponía por delante a un Marino de Luanco que da un paso atrás en sus aspiraciones de jugar el play off de ascenso. Sin embargo, en una gran segunda parte, donde los visitantes hicieron gala de una gran efectividad en ataque, lograron remontar y regresar a su casa con un trabajado triunfo.

Segundo encuentro consecutivo en una semana del Coruxo ante un rival asturiano. Los dos equipos afrontaban el partido con la necesidad de los tres puntos. El Marino de Luanco porque está luchando por el ascenso de categoría, y los vigueses para no bajar a Tercera División. Los locales no tardaron mucho en disponer de la primera opción de gol del partido. Un centro de Tito fue rematado por David de cabeza y el balón rozó el larguero. Se cumplía el minuto 1. Tras unos minutos de dominio local, el Coruxo buscó estirar líneas para generar situaciones de peligro.

Los locales aprovecharon su segunda ocasión clara de gol para abrir el marcador en el minuto 16. Una jugada a balón parado, de lanzamiento de falta, permitió a Espolita rematar de cabeza y enviar el cuero al fondo de la red de la portería del Coruxo. Un auténtico jarro de agua fría para los de Rafa Sáez, que hasta ese momento estaban controlando el duelo. La respuesta visitante llegó en el minuto 24 en un lanzamiento de falta que se perdió fuera. Los vigueses intentaban devolver la igualdad en el luminoso de Miramar. Y a la media hora tuvieron su ocasión en un disparo de Rafa Mella desde dentro del área que detuvo Ponzo. Anteriormente, el meta Fernando había realizado una gran intervención a remate de David. El encuentro había ganado en intensidad y las ocasiones se sucedían. Sin embargo ninguno fue capaz de batir la portería rival por lo que la primera parte finalizó con la mínima victoria del Marino de Luanco.

Tras el paso por los vestuarios, la primera oportunidad la dispuso el conjunto que dirige José Luis Quirós. A los cinco minutos de la reanudación Guaya intentó sorprender a Fernando en un libre directo, pero el balón salió rozando el palo. Y poco después fue Chus Hevia que remató fuera. Los locales estaban siendo más activos en ataque ante un Coruxo mucho más conservador y esperando a su oportunidad.

Y a los 66 minutos llegó el tanto del empate del Coruxo. Balón en profundidad al segundo palo para que lo empuje Reguero ante la pasividad de la defensa local. Era el 1-1. La oportunidad llegó y los vigueses la supieron aprovechar perfectamente. Empezaba un nuevo partido. A partir de ahí, ninguno de los dos equipos quiso tomar riesgos desmedidos que le pudiera costar algún disgusto inesperado. Así pues, reforzaron su presencia en defensa y no se prodigaron tanto en ataque.

Ya en la recta final del partido, el Coruxo estuvo cerca del segundo gol. A diez minutos para el final, una falta lanzada por Antúnez acabó con el cuero fuera pero rozando el palo. Y el desenlace final del partido tuvo dos claves para entender la derrota local. La primera fue la roja que vio Boris en el minuto 87 tras hacer falta en la frontal del área tras perder el balón. Vio la segunda cartulina, por lo que se tuvo que retirar del campo. Y en la falta Mateo envió el balón a la escuadra, inalcanzable para Rafa Ponzo.

Empezaron las prisas para el Marino de Luanco y, naturalmente, los nervios. Incapaz de trenzar jugadas de ataque, los locales facilitaron el trabajo a un Coruxo que colocó una auténtica telaraña en su área para evitar alguna situación incómoda para su portero.