La declaración de intenciones sobre la renovación del entrenador del Ourense se plasmó en hechos 48 horas después de festejar la permanencia en Segunda B. La directiva y Luisito acordaron ayer prolongar su vinculación para la temporada 2013-2014, en la que el club se propone ilusionar a la masa social con metas mayores. "Será un proyecto ambicioso, con un futuro prometedor, pero viable y con números reales", explicó el vicepresidente José Luis González.

La primera piedra es Luisito y un cuerpo técnico que podría ampliarse para abordar las nuevas exigencias que se le presentarán al Ourense. La intención del consejo de administración y del entrenador es dar un nuevo paso en la profesionalización de la estructura, por lo que la cúpula también se plantea una redistribución de las áreas que abarcó cada directivo en el primer año de mandato.

La delegación de facultades seguirá siendo absoluta en el plano deportivo. La directiva reafirma su plena confianza en el entrenador con que el Ourense logró el título de liga la pasada temporada y el ascenso tras tres intentos fallidos. La permanencia en Segunda B con una jornada de antelación también avala a Luisito, que se hizo cargo del equipo en enero de 2011 tras la dimisión de Patxi Salinas.

Desde entonces ha dirigido 59 partidos a los rojillos repartidos entre las ligas de Tercera y Segunda B, la promoción de ascenso y la Copa del Rey. El balance es de 21 victorias, 22 empates y 16 derrotas, con 70 goles a favor y 58 en contra. Su propuesta sobre el terreno de juego fue valiente hasta que la necesidad y las bajas le obligaron a inclinarse por el pragmatismo. Con el nuevo proyecto se recuperarán las señas de identidad.

El próximo domingo redondeará sus números como técnico del Ourense en un partido contra el Real Madrid C en el que se pretende hacer un tributo a la afición por su apoyo en los malos momentos. Luisito siempre le ha dado la máxima nota al comportamiento de los aficionados que han alentado al equipo tanto en O Couto como en los desplazamientos y una despedida con buen sabor de boca sería el mejor gancho para que el respaldo que dan 3.000 socios se repita a partir del 30 de junio.

Tomada la primera decisión de la temporada 2013-2014, en contraste con la premura que condicionó el proyecto que llega a su fin, el club y el entrenador tienen varios frentes abiertos al margen de la confección de la plantilla. Luisito no ha ocultado su disconformidad con las condiciones de entrenamiento y el césped del estadio de O Couto es otra de las incógnitas a despejar. La Xunta de Galicia ya dejado clara su nula predisposición para invertir en el estadio, por lo que sin un nuevo drenaje el césped seguirá siendo un hándicap serio si no se mima.

En las últimas semanas, el técnico también dejó entrever que considera insuficientes los servicios médicos de que dispone la plantilla, por lo que el verano que debe encaminar al Ourense hacia su antiguo estatus en la categoría será movido en todos los ámbitos.