El Barbadás llegó al mes de mayo con los deberes tan adelantados que se ha garantizado matemáticamente la permanencia a una jornada del desenlace pese a encadenar cuatro derrotas. "El único pero de la temporada es el final. Este tramo de partidos también fue nuestro peor momento en la primera vuelta. No le ganamos a ninguno de los arriba y de las 14 derrotas que llevamos, ocho han sido contra los cuatro primeros clasificados", explica el capitán de los azulones, Jorge Álvarez.

El bache de la recta final no empaña el temporadón que ha completado el equipo de Os Carrís: "Nos falta una victoria para la guinda de los 50 puntos, pero lo hubiéramos firmado todos al empezar". Con 38 goles a favor y 47 puntos en el contador, la rentabilidad obtenida es máxima. El capitán entiende que el Barbadás tiene potencial "para haber metido más goles de los que se metieron" y expone atenuantes: "El máximo goleador que tenemos lleva seis goles y vino avanzada la competición (Rafa Ugarte), César, que es un jugador que siempre aporta goles, se lesionó, y Martín tampoco pudo empezar la temporada". Diez de las 12 victorias han sido por la mínima, un registro que subraya la sobriedad defensiva del Barbadás.

El capitán reparte el mérito: "Defendemos del primero al último. 44 goles en contra son muy pocos". No obstante, Jorge destaca otra clave para explicar el éxito con que se resolverá la primera temporada en Tercera División: "La palabra es equipo. Somos compañeros dentro y fuera del fútbol". El suplente siempre estuvo a la altura del titular: "Ha habido futbolistas que jugaron en el primer equipo y en el segundo y rindieron muy bien. Eso nos permitió tener amplitud de plantilla y si salía uno y entraba otro, no se notaba".

El capitán agradeció que la grada estuviese llena toda la temporada y garantiza un último esfuerzo ante un Villalonga que se juega la salvación: "Nos queda jugar por el honor y competir. Iremos a ganar, nos da igual lo que se jueguen. No tenemos nada a favor de ellos ni de los otros equipos que está ahí".