El Ourense se queda sin su máximo realizador para el crucial encuentro del próximo domingo (O Couto; 17.45 horas) contra el Leganés. El juez de Competición desestimó ayer el recurso que presentó el club contra la tarjeta amarilla que vio el delantero Óscar Martínez en el partido contra el Caudal, y que completa su primer ciclo de amonestaciones tras las tres que vio en el Oviedo y las dos que le fueron mostradas como rojillo, en Fuenlabrada y Mieres.

Competición argumenta su fallo en que hubo contacto en el salto, por lo que la decisión que tomó el colegiado no admite rectificación. Dos días después, el de Taboadela todavía discrepa: "Iba mirando hacia arriba y después el otro empezó a exagerar de una manera brutal. Lo curioso es que en la siguiente jugada me dan a mí y no se la saca". El enojo aumenta por las consecuencias que acarreará la amarilla. "Cuando me sacaron la cuarta, me dije que tenía que aguantar, porque casi nunca me sacaron más de una o dos amarillas por temporada, pero no ha podido ser y me voy a perder el partido más importante y bonito de jugar".

El expediente de Óscar Martínez roza lo intachable, pero su deportividad tampoco se ha tenido en cuenta en la resolución. En sus 13 temporadas en Segunda B, el delantero ourensano solo ha sido sancionado en dos ocasiones, y en ambos casos por acumulación de tarjetas porque nunca fue expulsado. Como futbolista del Linares se perdió la jornada 31 de la liga 2007-2008, en la que los jienenses visitaron al Águilas, mientras que la pasada campaña, en el Oviedo, no pudo jugar contra el Albacete en el Tartiere.

El Ourense también le echará de menos por su línea de eficacia, por las soluciones que aporta al plan de ataque y por su experiencia en partidos de alto voltaje. Sin embargo, Óscar Martínez recalca que los partidos siempre se sacan adelante en grupo: "En un equipo somos todos importantes. Estoy jodido porque a nivel personal me gusta mucho jugar estos partidos, pero tenemos repuesto arriba y estoy seguro de que lo harán muy bien".

Sostiene su mensaje con el ejemplo de la reciente goleada sobre el Avilés en O Couto, en la que no vio puerta: "Firmaba siempre no meter y ganar, sobre todo en la situación en que estamos". Toda ayuda será poca para abordar al segundo clasificado y Óscar Martínez mira a la grada, mucho más animosa que cuanto se fue en 2007: "Ha sido una sorpresa y grata. He visto más gente y un cambio de actitud. La afición está más animada y da gusto. Que sigan apoyando como hasta ahora y entre todos conseguiremos el objetivo".