El consejo de administración del Ourense y el técnico han hecho pública la sintonía que existe para la renovación del compromiso que les une. Las partes se dedican mensajes en almíbar desde que comenzó la relación. Luisito se siente respaldado al cien por cien por la directiva y tiene poder absoluto en el plano deportivo. Los resultados satisfacen a la cúpula y los valores que trasmite el equipo son un buen señuelo para la captación de aficionados. Irán de la mano si el Ourense sigue en marcha.

La estabilidad de la institución depende de las gestiones que está realizando el consejo de administración para desbloquear las subvenciones. Los gestores de la entidad rojilla han hecho malabarismos financieros con los ingresos por socios, taquillas y publicidad, pero a partir de febrero el dinero público es el único salvavidas. Hay pagos pendientes de la Diputación, la Xunta y la televisión autonómica que no se harán efectivos en tanto no se obtengan los certificados de las agencias tributarias y la Seguridad Social. El Ourense juega una final en los despachos con el reloj en contra.

Más remota se intuye la llegada de la subvención del Concello, que esta temporada se concederá por criterios competitivos que todavía no han trascendido. La fecha de la aprobación de los presupuestos municipales ni se divisa, pero el club podría utilizar ese dinero como un aval para desbloquear las ayudas que están en el alero.

En caso de que las gestiones fructifiquen y el dinero fluya, el ejercicio económico se salvaría con nota gracias en gran medida a la movilización de la afición que ha impulsado la directiva y el equipo. Con los números en orden, la continuidad de los actuales gestores quedaría alfombrada. Y con ellos, la del actual cuerpo técnico, aunque se esperan objeciones de Luisito.

El de Teo no deja pasar ocasión sin recalcar el mérito que tiene el proyecto de reencuentro con la Segunda B tras la incertidumbre que soportó el pasado verano, cuando comenzó a entrenar sin saber si el equipo saldría a competir. Sin más inquietudes que las estrictamente deportivas, el proyecto 2013-2014 ganaría ilusión y Luisito quiere tenerlo bien atado.