Con cuatro puntos y fuera de los puestos de descenso ha llegado el Frigoríficos del Morrazo a un parón liguero que, tal y como reconoce Víctor García, "Pillo", "este año nos viene muy bien". Oxigenar la cabeza y recuperar al equipo de las pequeñas lesiones que tienen algunos de sus jugadores será fundamental, pues "llevamos tres meses de trabajo duro, de partidos complicados y de vez en cuando viene bien parar". Es más, el entrenador del Cangas argumenta que "sea cual sea la dinámica del equipo y aunque para el espectador no sea lo mejor, a los equipos estas pausas les vienen muy bien para descansar y trabajar otras facetas".

Por lo de pronto, los puntos sumados ante Logroño La Rioja y Ciudad Encantada satisfacen al técnico pontevedrés. "Yo los daría por buenos porque nos hemos medido a rivales de entidad, y solamente nos falta hacerlo con Barcelona y Anaitasuna. Quizás podríamos llevar alguno más, pero no está mal", señala. Eso sí, lamenta que se haya llegado al parón después de dos encuentros como los de Alcobendas y Bidasoa, "donde no estuvimos tan bien".

Las sensaciones en el Cangas han pasado de las positivas en el arranque de temporada a las más dubitativas en las últimas semanas. "Es evidente que el equipo no estaba bien, porque eso se ve en la pista. No estábamos finos, nos faltaba acierto", dice, antes de añadir que "en defensa no nos encontramos en Irún como los días de Logroño o Valladolid, y tuvimos muy poco acierto en la toma de decisiones, en los lanzamientos". A pesar de ello, Pillo no dramatiza, ya que "estas situaciones son normales en un equipo como el nuestro, que no puede estar diez meses a un buen nivel, así que ahora hay que descansar y cargar pilas para lo que nos viene por delante".

Los planes para estas dos próximas semanas -a la del parón hay que sumarle el partido ante el omnipotente Barcelona- son las de realizar un microciclo de trabajo que permita llegar con mucha frescura a Zamora. No será una minipretemporada, sino un plan que incluya actuaciones de cara a mejorar la velocidad, a definir ciertos aspectos físicos y a bajar la intensidad de los entrenamientos, además de a poder romper la rutina de una semana de competición.