Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

balonmano - Liga Asobal

Pombo afronta la recta final

El extremo está casi recuperado de su lesión y podría regresar ante el Teucro

El extremo ejercitándose en el gimnasio. // Gonzalo Núñez

"Aún me queda un poco más, pero ya estoy recuperado". Álex Pombo ha dejado muy atrás el fatídico 9 de septiembre del año pasado, cuando en un partido ante el Narturhouse se rompió el ligamento cruzado de su rodilla izquierda. Era la segunda jornada de Liga y apenas había tenido tiempo de exhibir las cualidades por las que el Frigoríficos había depositado sus esperanzas en él. "Me llevé un chasco enorme. No me lo esperaba", señala, mientras recuerda la jugada en la que su rodilla dijo basta. "Es una acción que he realizado más de mil veces. Intento fintar hacia fuera al defensor, la rodilla se me desplaza y vuelve al sitio. Pensé que era solo un esguince porque el dolor no fue demasiado intenso", relata el zurdo.

Fue el inicio de un largo periplo que le llevó primero al quirófano y después a un paciente proceso de rehabilitación del que ahora afronta su parte final. "Al principio fue peor porque no te mueves, pero a medida que avanzas los ánimos van subiendo. Ahora ves que no queda nada y hay que tener más cuidado", apunta. Pombo va integrándose progresivamente en la dinámica de grupo y no descarta reaparecer antes de que acabe la temporada. "Ya salto, corro y hago desplazamientos. No participo todavía en ejercicios de mayor intensidad, de ataque/defensa o en fintas agresivas. Lo que más me molesta es el impacto que recibe la articulación y si me paso un poco al día siguiente lo noto", afirma, antes de añadir que "en dos o tres semanas ya debería poder ir sin miedo".

Lo que tiene claro el extremo derecho pontevedrés es que "me entristecería irme en blanco. No creo que pueda aportar mucho recién salido de la lesión, pero al menos me gustaría estar ahí", si bien matiza que "tengo que respetar los plazos de la operación". Esos plazos hablan de entre seis y siete meses de tiempo para reaparecer. En todo caso, la primera decisión corresponderá al traumatólogo, con el que tiene cita el jueves 19. En esa visita podría recibir el alta deportiva, y a partir de ahí la decisión final recaería en el propio jugador. "Estoy ilusionado por volver, pero soy realista. He hablado con Pillo para ver si podría volver ante el Teucro, pero primero tengo que tener el alta y luego verme con confianza", manifiesta. Y es sincero al respecto. "A día de hoy te diría que no puedo, porque aún no entreno a tope. Pero hasta el día del derbi queda mucho tiempo y pueden cambiar las cosas", reflexiona.

Desde su inactividad está asistiendo a una campaña histórica del Frigoríficos, a un año "muy bueno, en el que el equipo ha jugado de manera increíble en la primera vuelta y la segunda ha sido más floja, pero seguimos ahí arriba siendo posiblemente peor equipo que el resto". La quinta plaza está a tiro y Pombo confía en conseguirla en estas cuatro jornadas finales. "Estaría genial lograrlo. Hemos tenido mala suerte con las lesiones y el equipo ha sabido sobreponerse", dice. Precisamente esta es una de las razones por las que cree que el Cangas no ha estado tan fino en la segunda vuelta. "Tuvimos mucho desgaste después de Europa y se ha acusado la falta de gente. Así, hubo momentos en que no dábamos de más, y si no jugamos al límite, al cien por cien, podemos perder los partidos", explica.

Pombo se mantiene en contacto con Alberto Casares, el otro jugador del Frigoríficos que ha sufrido una rotura del ligamento cruzado de una de sus rodillas. "Va bastante mejor de lo que iba yo, porque ya está haciendo bicicleta dos semanas después de la operación. Tiene que respetar los 6-7 meses de lesión y volverá como una bestia, seguro", sentencia.

Compartir el artículo

stats