No se puede decir que el Frigoríficos del Morrazo no lo intentase. Solo queda la duda de cuál hubiese sido el resultado de la eliminatoria si el conjunto cangués no completase su peor partido de la temporada el pasado miércoles en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey. Ayer derrotó al Helvetia Anaitasuna 27-23, en un encuentro en el que llegó a disponer de posesión para lograr una ventaja de ocho goles y acercarse a la gesta de remontar los once de desventaja. No pudo ser, pero los jugadores de Víctor García "Pillo" se vaciaron sobre la pista y la afición de O Gatañal recompensó ese esfuerzo con su aplauso final.

Remontar los once goles del partido de ida era poco menos que una quimera, aunque el Cangas salió a la pista con la intención de enmendar la mala imagen del miércoles. Los primeros minutos estuvieron plagados de imprecisiones y errores por parte de los dos equipos y el juego iba por rachas. Si el Cangas era capaz de abrir un parcial de dos goles enseguida respondía el conjunto navarro. Ayer no estaba Chocarro, pero sí estaban el serbio Nadoveza y Ugarte, que con sus goles mantenían a raya al conjunto local. La primera ventaja seria llegó en el minuto 25, cuando un gol de Paulo Dacosta sirvió para poner un 12-8 en el eléctrónico. No tardó en responder el Anaitasuna y al descanso se llegó con un 13-11.

Tras el intermedio el Frigoríficos volvió a la carga y enseguida alcanzó alcanzó una renta de cinco goles (17-12, min.35), lo que animó a la afición de O Gatañal que quería creer en la gesta. No obstante, a ese parcial le siguieron tres goles consecutivos de Nadoveza, Goñi y Gastón que enfriaron las esperanzas de una machada.

Ni con esas el Cangas bajó los brazos. Todo a pesar de que algunos de los puntales del equipo ayer no tuvieron su mejor día en ataque. Pero las paradas de Yeray Lamariano, el acierto de dos de los jugones del Frigoríficos, David García y Alberto Casares, con 6 y 4 goles respectivamente, y la aportación desde los extremos de Suso y Moisés sirvieron para mantener viva la esperanza.

El momento más emocionante llegó tras dos goles de Casares, que pusieron a los cangueses con un 27-20 en el minuto 55. Solo restaban cinco minutos, pero llegados hasta este punto solo quedaba seguir hacia adelante. La siguiente jugada en ataque del Anaitasuna se hizo eterna, bordeando el pasivo y concluyó con un siete metros tremendamente protestado. Goñi falló y puso en bandeja la posibilidad de que el Cangas aumentase su renta hasta los ocho goles. Una pérdida de balón lo impidió y en los últimos tres minutos los navarros consiguieron un parcial de 0-3 para dejar el marcador final en 27-23.

Quizás lo mejor del encuentro son las sensaciones que quedan para afrontar el siguiente tramo de la temporada, con dos salidas consecutivas. La primera este mismo miércoles ante el Granollers.