Defensa y portería. Son dos de los elementos más determinantes en la filosofía balonmanística del Frigoríficos del Morrazo. Y son también los dos aspectos a los que ha echado mano un equipo cangués que ha reaccionado de modo espectacular en las últimas tres jornadas de competición tras un inicio marcado por el durísimo calendario. La escuadra de Víctor García, "Pillo", ha vuelto a sus orígenes para dar un golpe encima de la mesa y exhibir su potencial ante conjuntos de la categoría de Anaitasuna o Granollers, el último en caer.

Los focos recaen sobre un Yeray Lamariano en auténtico estado de gracia. Después de dos partidos discretos, el meta vasco ha desempolvado la lámpara mágica y se ha destapado con cuatro duelos en los cuales su aportación ha superado siempre el 41 por ciento de efectividad. Cifras estratosféricas que lo han situado como el portero de la Liga con más paradas. No solo eso, sino que a sus 77 intervenciones exitosas le une unos porcentajes solo al alcance de los mejores, un 39,7 por ciento de éxito. Algo muy complicado de ver en una escuadra de la humildad del Cangas. Tras una dilatada experiencia en equipos como Valladolid, Ademar o Academia Octavio, entre otros, el jugador vive uno de sus mejores momentos en las filas canguesas.

"El año pasado encadené tres o cuatro partidos muy buenos con el Ademar, pero quizás es más gratificante este momento porque he empezado el proyecto desde el principio", reconoce Lamariano, que apunta asimismo que, aunque los números son más que reales, "no siempre voy a estar a tan buen nivel". En este sentido, afirma que "siempre digo que las estadísticas no son importantes si yo doy opciones de victoria a mi equipo, con paradas desequilibrantes o en momentos decisivos".

El portero vasco reparte responsabilidades en su buen momento de forma. "Es reflejo del subidón en defensa. Si comparamos esto con la primera parte de Aranda o con el partido de Logroño somos un equipo diferente. La defensa se ha afianzado y eso también ha generado confianza en la portería", señala. La comunión defensa/portería es un básico para él, "porque hoy en día no se concibe hablar de la una sin la otra. En el balonmano moderno no son cosas diferentes, son algo inseparable, y cuando hay una buena actuación es responsabilidad conjunta".

Razones no le faltan, y los números son una de ellas. En las tres primeras jornadas el Cangas encajó una media de 36 goles por encuentro, algo que se justifica también por haberse medido a Barcelona y Naturhouse La Rioja. En las últimas tres ha echado la llave, con solo 68 tantos encajados a una media de menos de 22,7 por encuentro. El Granollers, tercer conjunto más realizador de la categoría y que hasta el momento contaba sus partidos por victorias, se quedó en solo 21. El Anaitasuna también se quedó anclado en esa cifra. Solo el Aragón llegó a los 26 aprovechando la recta final de un duelo que ya estaba sentenciado.

"Todos nuestros éxitos tienen que partir desde la defensa", reitera una y otra vez Pillo. Lo hacía cuando en las primeras jornadas el nivel del equipo en este apartado no era el deseado. E insiste en ello ahora que los réditos comienzan a llegar. Todo con la versatilidad de un conjunto que brilló en Zaragoza con el 6.0 y volvió a hacerlo ante el Granollers con un 3.2.1. Pocos equipos disponen de esa capacidad para varias sistemas con tanto rendimiento.