Con solo 16 años Brais González ejerce de capital del Clínica Deza juvenil. "Es de primer año pero asume bien su rol", reconoce Diogo al hablar de su pupilo. "Es un jugador muy currante, de los que ponen corazón y afán competitivo", añade el técnico en el mismo sentido. Brais, que ya sabe lo que es ser convocado por la selección nacional, reconoce que el puesto lo comparte con su compañero José.

El capitán explicó ayer que el equipo afronta este sector con "ganas e ilusión", algo a lo que ayuda el hecho de poder jugar en casa ante su afición. "Será la última vez que estas generaciones coincidan juntas y tenemos una buena oportunidad de despedirnos a lo grande y en nuestra casa", afirmó al tiempo que reconoció la espina que tienen clavada desde el año pasado cuando las bajas los mermaron en el sector cadete.

Para Brais González el sector que arranca hoy es "el más difícil de todos" los que se van a jugar pero auguró que tendrán su oportunidad. "Nunca se puede dejar de creer", sentenció al tiempo que destacó la importancia de comenzar ganando ante Parla. "Debemos ser fuertes en defensa. Si lo hacemos ganaremos en seguridad y podremos correr".

Brais reconoce que estar viviendo su mejor temporada en el balonmano, una progresión constante de la que disfruta el equipo rojinegro.