El culturista lalinense Carlos Blanco viajó ayer hasta la localidad levantina de Benidorm para participar en el Mundial de la especialidad organizado por la International Federation of Bodybuilding & Fitness (IFBB), que tiene lugar en el Benidorm Palace hasta el domingo. Blanco, que compite en menos de 100 kilos, espera repetir o mejorar el subcampeonato que logró hace dos años, el mayor hito en su carrera deportiva. "Voy mejor que nunca", sentenció el deportista dezano poco antes de subirse al avión con destino a Benidorm.

Blanco participa por tercera vez en una cita mundialista, y deberá esperar hasta el domingo para iniciar su concurso. El dezano viaja con la moral reforzada después de proclamarse campeón de España por parejas junto a Raquel Arranz, su novia de origen donostiarra, campeona de España de Bodyfitness, y que también estará en el Mundial de Biarritz.