- Es su tercer año en el club y con pocos cambios en la plantilla así que la forma de jugar ya estará asumida.

- Si te quedas corto y no innovas, malo. Siempre hay cosas nuevas que hacer. Te tienes que preparar para todas las circunstancias. También necesitas amoldarte a los jugadores. Tu puedes querer jugar de una manera pero si los jugadores no se acoplan, no vale la pena. Hay métodos ya asimilados pero hay que adaptarse a las circunstancias.

- ¿Cómo valora este Grupo 2 de Primera Autonómica en el que tendrán que jugar?

- Es complicado valorar la categoría antes de empezar. Escuchas nombres y te asustas. Changui para el Puebla; Bautista, el de Lalín, y Guti, del Estradense, se van al Sigüeiro, el Bertamiráns que desciende desde Preferente... Si lo miras así te das cuenta que la categoría va a ser muy dura. Después, una vez vayan llegando los partidos y avance la competición, ya se podrá analizar más esos equipos. De los equipos de aquí, el Lalín creo que se reforzó muy bien. Sumó gente que viene de categorías superiores y me consta que están trabajando muy bien. No creo que vaya a ser el Lalín del año pasado. Espero que no lo sea. El Piloño también es un equipo que se reforzó muy bien, con varios jugadores importantes que sumó a lo que ya tenía. Es muy complicado ahora mismo saber quién va a estar arriba y quién abajo. Cuando pasen cuatro o cinco jornadas se irá aclarando. Por los nombres puedes hacer conjeturas pero la realidad después puede ser otra.

- A nivel personal, ¿cómo se encuentra en el Agolada, un club que siempre defiende y elogia por su buen trato y las facilidades que le dan a la hora de trabajar?

- Es cierto, me pasa algo parecido a lo que de los jugadores. Puedes marchar, puedes quedar, puedes ir para arriba o puedes ir para abajo pero tienes que pensar en dónde estás más a gusto trabajando. Yo ya estuve por ahí adelante. Conocí formas de trabajar y actitudes que no me gustaban en otros sitios. En otros clubes además no se puede trabajar así. A las directivas les das un caramelo y al año siguiente ya te están pidiendo dos. Es normal. Lo bueno es poder sentarse, analizarlo y hablarlo con franqueza. Eso es algo que te da seguridad también en un lugar.