El camino seguido hacia el punto de no retorno había sido diferente y quizás por ello se confiaba en un final alternativo. Por cuarto año consecutivo, los estradenses afrontaban el momento clave de su película metidos en la cabeza y dependiendo de sí mismos para ser campeones. En ese punto, el camino volvió a torcerse. Una derrota en Lugo acabó con su aparentemente intratable marcha para devolverlos una vez más al punto de partida. Su pecado pudo ser la ansiedad ante la cercanía por el final anhelado o, como apunta su entrenador, el condicionante que supusieron las derrotas en las primeras jornadas. En uno u otro caso, a los del Coto Ferreiro les queda el descorazonador consuelo de una gran temporada, el vacío mérito de otro subcampeonato que sumar a su currículo y la ilusionante idea de volver a la casilla de salida dentro de unos meses.
El Mimela-Inversia llegaba a la última jornada necesitando una victoria ante el Santiago B, y lo hizo, y una derrota del Pazos de Borbén ante el A Pontenova, algo que no pasó. El milagro era difícil, por no decir imposible. Todo estaba perdido desde tiempo atrás, desde esa derrota a falta de tres jornadas en Lugo. Para el técnico estradense, Marcos Sesar, los motivos de su segunda posición están mucho más atrás, concretamente en las cinco primeras jornadas, en las que perdieron tres partidos. A partir de ahí, el equipo del Coto Ferreiro comenzó un ascenso imparable, con 15 victorias y solo una derrota que lo auparon hasta el liderato de la clasificación de Tercera y dependiendo de sí mismos para ser campeones a falta de tres jornadas.
Para Sesar, el problema de esas derrotas iniciales es que dejaron a su equipo sin margen de error y este terminó llegando en Lugo. "Llevábamos 17 partidos remontando y en cualquier momento sabíamos que se podía perder. No teníamos margen de error desde principio de liga y esa ansiedad nos terminó pasando factura", manifestó el técnico al analizar la temporada que acaba de finalizar.
Sesar dio valor sin embargo a la temporada realizada por sus hombres. "Sabíamos que tras esas derrotas iniciales iba a ser muy difícil. Lo que hicimos tiene mucho mérito porque lo más fácil es esa situación era bajar los brazos y dejarse ir", afirmó. El entrenador mira ahora al futuro con la esperanza de tener la que sería su quinta revancha. Después de tres segundos puestos y un tercero en las últimas cuatro jornadas, peleando siempre hasta el final por el título, Sesar no acepta un paso atrás. Para ello confía en mantener el bloque de este año a pesar de los inevitables cantos de sirena que llegarán desde categorías superiores.
Copa de Tercera
Los estradenses cerrarán la temporada con la competición copera. Jugarán los octavos de final el próximo sábado a las 19.30 horas en el Coto Ferreiro ante el Pazos de Borbén, el equipo que les arrebató el título en liga.
