El Club Deportivo Lalín sufrió ayer un nuevo varapalo. Los de Tamayo cayeron derrotados en su campo ante el Sporting Zas por 1-2 y ocupan ahora la decimoquinta posición de la clasificación, muy lejos de la zona noble en la que aguardaban pelear tras su descenso. Para colmo de males, los rojinegros vivieron ayer una situación poco habitual en la que terminaron pagando su frustración con el colegiado del partido ante el Zas.

La polémica se originó en el último minuto del choque con el 1-2 en el marcador. El árbitro señaló en ese instante un penalti a favor de un Lalín que buscaba el empate con uno menos tras la expulsión del capitán Suso. El encargado de lanzarlo fue Carra, un seguro en este tipo de lanzamientos. El centrocampista terminó enviando el balón a la red pero el colegiado había señalado una infracción previa. A su entender, el jugador rojinegro había realizado una "paradiña" antes de disparar, algo que está prohibido a raíz de una norma aprobada hace solo unos años. De esta manera dejó al Lalín sin el gol, mostró la tarjeta amarilla a Carra y dio el balón al Zas, ya que se considera una falta de ejecución.

La decisión del colegiado, que sigue al pie de la letras las reglas, encontró la incomprensión de la grada del Cortizo e incluso de los jugadores del Lalín, con Guille expulsado por protestar.

Ese fue el triste final para un partido en el que el equipo de Tamayo no había dejado una buena imagen. Los visitantes aprovecharon dos claros errores de los rojinegros para ponerse 0-2 durante la primera parte. Tras la reanudación, el Lalín intentó reaccionar y consiguió recortar diferencias con un tanto de Carra tras una buena jugada de Manu Rego. Quedaban muchos minutos pero los de Tamayo fueron incapaces de encontrar el gol, protestando varias jugadas en las que reclamaron penalti.

Por el Lalín jugaron Luis, Suso, Rivas, Gabri, Beni, Manu Rego, Guille, Gustavo, Adrián, Eze, Carra // Fer, Ferreiro, Cristian y Martín.