El Embutidos Lalinense cumplió con lo esperado. Los rojinegros terminaron derrotando con claridad a un Pontevedra que llegó a la capital dezana con pocos efectivos y menos argumentos para vencer. A pesar de su teórica inferioridad, los del Lérez pusieron en aprietos a los rojinegros, que firmaron una mala parte final de la primera parte. El marcador en desventaja al paso por vestuarios supuso un punto de inflexión para los de Aguiar, que sentenciaron con una buena actuación en la segunda parte.

Al término del encuentro, el entrenador dezano reconoció que su equipo se dejó contagiar por el "ambiente gélido" de Lalín durante el tramo final de la primera parte. "En el descanso fuimos conscientes de lo que nos estábamos jugando. A pesar de las bajas que teníamos supimos reaccionar para terminar logrando la victoria".