El cambio de entrenador ha traído nuevos aires al Lalín. Una línea defensiva más avanzada y una apuesta por sacar el balón jugado sorprendieron en el debut de Alberto Pereira Tamayo en el Manuel Anxo Cortizo. El técnico reconoció su intención de cambiar la forma de juego de su equipo, un proceso que llevará su tiempo pero que trae asociado una modificación del escenario. Tamayo ya ha solicitado a la directiva un cambio de campo al sintético. De esta manera no se verían penalizados por el mal estado del terreno de juego del Cortizo. La intención es entrenar y jugar sus partidos en el campo paralelo, pudiendo volver al campo de hierba natural en caso de que mejore su estado con el descanso.

Los problemas por el mal estado del tapete del Cortizo vienen arrastrándose desde hace tiempo pero no molestaban al juego más directo utilizado por el Lalín desde el inicio de temporada. Ante el Sanxenxo sin embargo, el Lalín trató de salir con el balón controlado desde atrás, abriendo espacios y dando la responsabilidad a Ayaso y Cañón. "Queremos tener mucho más el balón y para eso debemos irnos al sintético. Este es un campazo, muy grande, pero no se da jugado el balón", manifestó Tamayo.

En cuanto al empate final, considera que se trata de un resultado justo, aunque el Sanxenxo fue quien tuvo las ocasiones más claras. "Lo que más me importaba era ver como asimilábamos los nuevos conceptos y la nueva filosofía de juego. Creo que los jugadores salieron contentos con el cambio", afirmó. "Todavía nos queda mucho trabajo en todos los sentidos pero lo mejor es que veo al equipo con muchas ganas de trabajar", aseguró el entrenador ourensano.

Los rojinegros visitarán el próximo fin de semana al líder, el Vilalonga, un partido que no asusta a Tamayo.